En otras ocasiones os hemos contado más sobre esos fenómenos que generan una conexión a Internet lenta. Habitualmente, podemos encontrar motivos comunes tanto en los accesos domésticos WiFi, como en los dispositivos móviles entre los que tenemos a tablets, smartphones y videoconsolas entre otros. Sin embargo, estas causas son más numerosas y comunes de lo que podemos pensar en un primer momento.
Para tener una imagen más amplia, ahora haremos un repaso a otra serie de factores que pueden condicionar, para mal, una navegación por la red correcta y también haremos una distinción entre esas que en teoría, se solventan rápidamente, y otras que requieren de más tiempo o conocimientos para ser solucionadas. ¿Tenéis un acceso lento, o por el contrario, disfrutáis de la máxima velocidad y de una red estable?

Un breve repaso
Anteriormente, os hemos hablado de condicionantes en nuestra conexión a Internet como el robo de WiFi, un consumo excesivo de RAM que viene provocado por la reproducción de animaciones, pop-ups y otros elementos, un número muy elevado de extensiones y complementos que en ocasiones, no tienen demasiada utilidad, o también, la activación del cortafuegos, que, como recordábamos en el pasado, puede crear duplicidades con el antivirus y no generar solo que el acceso a la Red sea muy lento, sino también, el desempeño normal del equipo en sí. A todas ellas, sumamos la navegación en determinadas franjas horarias, especialmente de noche, en las que más usuarios están conectados, provocando cierta saturación, especialmente en los últimos tiempos, al amparo de la aparición de nuevas plataformas de entretenimiento online.
Conexión a Internet lenta por el navegador
Algunas plataformas son más ligeras que otras. Chrome está considerada como una de las más estables, pero también, como una de las que más recursos consume. Hoy en día, podemos encontrar otras ligeras como Opera, que tiene una versión «light». Sin embargo, aparte de este gasto, nos encontramos otras causas como por ejemplo, las barras de navegación adicionales. Algunos servicios y compañías como Google, permiten incluir este elemento y otra serie de pestañas alrededor de la barra de navegación en la que introducimos normalmente las direcciones a las que queremos entrar. Estos componentes pueden incrementar el consumo de recursos y ralentizar la conexión.

Vinculados a los propios navegadores, nos encontramos otros dos objetos más: los virus y los spywares. Ambos suelen utilizar Internet para propagarse entre multitud de terminales y su acción no solo se limita al robo de datos, o monitorización de lo que hacemos en la Red. Ambos se apoyan en el navegador y, si tenemos varios elementos perjudiciales de cualquiera de estos dos tipos en el ordenador, la conexión a Internet puede interrumpirse totalmente, ya que absorben el ancho de banda. Además, en el caso de los virus, nos encontramos algo más: suelen transmitirse por correo electrónico, por lo que para propagarse, absorben nuestra red para seguir enviando mails perjudiciales. En ocasiones, encontrar una relación entre un acceso lento y la presencia de estos objetos, puede ser difícil si consideramos que muchos hacen su trabajo en segundo plano, sin poder ser detectados.
Las páginas de inicio
Hace unos días os contábamos que uno de los principales problemas en Internet Explorer, es la apertura de la página de inicio, ya sea la que trae de serie el navegador, o la que nosotros mismos establezcamos. A esto, podemos añadir algo más y es el hecho de que a la hora de empezar a usar Internet, tengamos varias de éstas preparadas para que se abran simultánemente. En este caso, lo más recomendable es crear solamente una y que sea la que nosotros creamos que utilizaremos más. A esto, se pueden sumar otras causas como las barras de navegación citadas antes.

Causas del propio equipo que pueden ralentizar Internet
Ahora os contamos más sobre otros factores que se esconden en nuestros ordenadores y que también pueden contribuir a que tengamos una conexión a Internet lenta. La primera de ellas, puede ser una mala optimización del sistema, traducida en un disco duro muy fragmentado, lleno de archivos basura, otros que ya no son necesarios o útiles, virus y elementos que también repercuten para mal, en el funcionamiento normal del soporte. ¿Cómo repercute esto en Internet? La respuesta está en unos tiempos más lentos para cargar las páginas y manejar los datos necesarios para la exploración.
El sistema operativo también puede ser determinante, ya que a día de hoy, encontramos multitud de actualizaciones que en muchos casos, no son soportadas por los equipos en las que se instalan. Entre los elementos que nos podemos encontrar en las nuevas versiones del software, podemos encontrarnos el establecimiento de nuevas barras de navegación y páginas de inicio sin que hayamos dado consentimiento. Aquí también destacamos un registro del software dañado. El registro es, a grandes rasgos, la base de datos que contiene todos los ajustes y configuración del terminal. Finalmente, tenemos el factor tiempo, plasmado aquí en unos dispositivos antiguos y deteriorados.

Problemas en la red
Hemos visto que puede haber una serie de inconvenientes existentes en los propios navegadores, otros del equipo y finalmente, vemos una tercera familia de problemas, que viene de la red en sí, abarcando desde las incidencias de la infraestrucutura en general, hasta conflictos en casa. En el caso de los primeros, uno de los fallos más comunes es la limitación por parte de los ISP (Proveedores de servicios de Internet) del ancho de banda a la hora de acceder a canales en streaming como Netflix o a portales de descarga de torrents, ya que estos canales utilizan la infraestructura y la red creada por las teleoperadoras para distribuir sus contenidos a los usuarios. A esto, podríamos añadir en segundo lugar otros motivos que os hemos comentado anteriormente como por ejemplo, trabajos de mantenimiento o reparación y, especialmente, que vivamos en zonas con conexión a Internet lenta.
En el caso de las causas domésticas que pueden interferir en la velocidad de nuestra red, también tenemos un amplio abanico de opciones: desde un gran número de dispositivos bajo una misma conexión, hasta una mala colocación y configuración del router, carencia de amplificadores y también, desgaste de componentes como los cables Ethernet a los que muchos usuarios recurren para conseguir algo más de velocidad. Aquí añadiríamos otro problema más, y es el hecho de que el DNS no funcione correctamente, lo que impedirá que nos conectemos a Internet de manera normal.

Cómo evitar problemas con la velocidad de Internet
Para finalizar, haremos un breve repaso por las soluciones más sencillas que podemos utilizar para diagnosticar y ver todos estos problemas. Lo más conveniente antes de empezar, es realizar un test de velocidad que nos permita comprobar si realmente tenemos una conexión a Internet lenta. A esto, debemos añadir el borrado de cookies y extensiones, un antivirus eficaz que evite duplicidades y también, el ahorro de datos a la hora de utilizar las plataformas de series y películas online o cambiar las DNS.
Mantener los dispositivos actualizados
Tener nuestros equipos actualizados es muy importante. Esto puede evitar problemas con la velocidad de Internet y en general errores con la conexión. Siempre debemos aplicar las últimas versiones que haya disponibles, tanto de los programas que usemos, el sistema operativo, como también del firmware del router.
Evitar problemas de seguridad
La seguridad es un factor esencial para las conexiones de Internet. Son muchas las amenazas que hay presentes. Muchos tipos de malware que de una u otra forma pueden comprometer nuestra privacidad. Debemos contar con programas de seguridad, como sería por ejemplo un buen antivirus o un cortafuegos. También tener contraseñas fuertes y complejas para evitar intrusos en la red inalámbrica.
Utilizar amplificadores
¿Tenemos problemas con la velocidad de Internet? Algo muy importante es poder tener repetidores Wi-Fi, dispositivos PLC o sistemas Wi-Fi Mesh que nos permitan amplificar la señal en nuestro hogar. De esta forma podremos conectarnos desde otras zonas de la vivienda y no tener ningún tipo de problema. Son muchas las opciones que podemos usar en este sentido.
Cambiar los DNS
Como hemos mencionado anteriormente, cambiar los DNS es algo que también podemos tener en cuenta. Normalmente utilizamos los que vienen con la operadora, ya que lo configuramos de forma automática. Sin embargo esto es algo que podemos cambiar fácilmente. De esta forma también podríamos evitar problemas con la conexión y mejorar la velocidad de Internet.
¿Creéis que todos estos fallos en Internet son comunes o se dan con cada vez menos frecuencia?¿Alguna vez habéis padecido uno de ellos? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, una guía con la que podréis aprender a descargar archivos con una conexión lenta para que podáis conocer más.