Actualmente, gran parte del territorio nacional dispone de suministro de fibra óptica y eso significa que más hogares han decidido dejar el ADSL convencional para pasarse a esta conexión mucho más rápida y en teoría, con más ventajas. Por eso, hoy vamos a mostraros una guía con los mejores routers que podemos encontrar actualmente.
Para ayudaros a afinar más la búsqueda en caso de que estéis pensando en adquirir uno de estos terminales, os daremos unas pinceladas más en aspectos como por ejemplo, el funcionamiento de la fibra óptica y qué otras cosas debemos tener en cuenta a la hora de comprar uno de estos aparatos.
¿Cómo funciona la fibra?
Antes de entrar en materia, vamos a intentar explicar de la manera más sencilla posible como se suministra la máxima velocidad a los hogares. Actualmente, la red más extendida se denomina FTTH, las siglas de «Fiber To The Home» o «Fibra hasta el hogar». Los cables se extienden directamente desde las centralitas hasta los propios domicilios, a donde llegan a través de un primer receptor llamado roseta óptica que a grandes rasgos, será el suministrador de la señal. Esta pequeña caja va conectada mediante un cable a otro aparato denominado ONT, que se encarga de transmitir la señal de los propios cables de fibra en señal eléctrica. Este terminal es imprescindible, ya que es el que a continuación, envía, a través de otro cable, las ondas convertidas a el router WiFi que tengamos en casa.
Sus ventajas respecto al ADSL
La principal es la velocidad de subida y bajada. Una red convencional de ADSL permite alcanzar picos de hasta 20 MB. Sin embargo, a mayor distancia del centro emisor de la señal, mayor pérdida de potencia, llegando en muchos casos, a quedarse en la mitad. En el caso de la fibra, ahora los límites están por encima de los 300 MB. Esto se traduce en que hará falta más tiempo para poder visualizar o descargar contenidos de todo tipo. A modo de comparación os ofrecemos algunos datos: descargar una película puede llevar 10 minutos con una conexión ADSL y quedarse en los 30 segundos aproximadamente. Por otro lado, subir unas 200 fotos puede llevar más de dos horas con la red más antigua mientras que con fibra óptica, se queda en los 25 segundos aproximadamente.
Aspectos a tener en cuenta
En teoría, los trabajadores de las operadoras con las que contratemos el servicio deberían orientarnos sobre cuál es el mejor lugar en el que realizar la instalación para sacarle el máximo partido posible a la fibra óptica. La ubicación de los terminales receptores y que enviarán la señal será clave. Por tanto, lo más aconsejable es situarlos en un lugar central de la casa como los salones, donde no haya puertas o tabiques cerca y lejos de otros aparatos que emiten ondas electromagnéticas. Una vez tengamos instalada la fibra, un proceso que puede llevar como mucho dos horas, lo mejor es que utilicemos los equipos que se vinculen a la red lo más cerca posible de los routers y si es posible, con el cable Ethernet.
Los mejores routers para fibra
Ahora pasamos a comentaros las mejores opciones atendiendo fundamentalmente, a su precio una vez hemos aclarado los requisitos previos más importantes que hacen falta para tener este servicio
– Más de 300 euros
Aquí nos encontramos el NETGEAR Nightwark X10 R9000. Dispone de hasta 6 tomas Ethernet, cuenta con dos USB de tipo C y garantiza unas frecuencias que van entre los 1.700 Mbps hasta los 4.600. Actualmente, puede encontrarse en Amazon por unos 435 euros. Además, también tenemos una de las mayores apuestas de ASUS en este campo, el ROG Rapture, que es algo más asequible (unos 405 euros) y que gracias a su tecnología MU-MIMO, permite optimizar y mejorar el rendimiento de nuestra red inalámbrica.
– Entre 200 y 300 euros
Aquí vemos otras dos opciones: la primera procede de un fabricante alemán y se llama AVM FRITZ! Box, cuesta unos 260 euros y destaca por ser compatible no solo con redes de fibra óptica, sino también con las de ADSL convencionales. La velocidad máxima que permite alcanzar es de 1.733 mbps y también dispone de dos USB de tipo C. La segunda opción vuelve a ser de ASUS y se trata de un receptor algo más barato, 240 euros, que llega a velocidades máximas de 2.167 mbps. Cuenta con una app llamada ASUS Router que permite configurarlo.
– Menos de 200 euros
Seguimos bajando escalones hasta llegar a los receptores más asequibles de todos y, posiblemente, por su precio, los más atractivos. La primera opción es TP-Link Archer C9, que destaca por ser muy estable y también, por tener un puerto USB 3.0. Es compatible con las redes de operadoras como Jazztel y Movistar y llega a velocidades de hasta 1900 mbps. Tiene dos antenas y cuesta unos 120 euros.
En segundo lugar nos encontramos con D-Link DIR-878, que ha sido catalogado como un equipo de gama alta y que ha sido bien recibido en el ámbito doméstico. Alcanza velocidades máximas de 1.300 Mbps e incorpora un botón WPS para conectarse rápidamente a una red. También ronda los 120 euros. Finalmente, cerramos este bloque de los mejores routers por menos de 200 euros con el que podría ser el más caro de esta categoría. Se trata del NETGEAR R7800, que se queda a las puertas de los 200 euros y que dispone de 4 puertos Ethernet, botón de acceso rápido a una red WiFi, y un ancho de banda máximo de 1.733 mbps.
– Una última opción
Para los que deseéis un ahorro mayor, os mostramos el TP-Link AC175o, que está a la venta en portales como Amazon por unos 85 euros y que además de disponer de 6 antenas que redistribuyen la señal. Todos sus puertos son Ethernet.
¿Cómo más creéis que podéis sacar más partido a vuestras conexiones? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, una guía con la que podréis conocer más cuál es vuestra velocidad real.
Ventajas de la fibra óptica frente al ADSL
La fibra óptica, como hemos visto, es la tecnología actual en la mayoría de hogares. Ha traído cambios muy importantes frente al ADSL en cuanto a velocidad y estabilidad de la conexión. Podemos lograr cotas que con la tecnología anterior era imposible. Vamos a ver cuáles son las principales ventajas de la fibra frente al ADSL.
Mayor velocidad
Sin duda, empezando por lo más básico, la fibra óptica aporta una mayor velocidad de Internet. Podemos lograr velocidades en España de hasta 1 Gbps. Algo normal es contratar una tarifa de 300 o 600 Mbps simétricos, que es muy superior a la velocidad que lográbamos con el ADSL.
Pero especialmente hay que tener en cuenta la simetría. Podemos lograr la máxima velocidad tanto en bajada como en subida en la mayoría de tarifas que tenemos disponibles en el mercado. Esto es un punto muy importante en determinados casos.
Menor latencia
Pero no todo es velocidad. También debemos tener en cuenta la menor latencia. Mientras más bajo sea el ping, mejor. Es esencial para jugar por Internet, realizar videollamadas de calidad y utilizar algunas aplicaciones que necesitan que sea lo más bajo posible. De lo contrario podríamos tener problemas que afecten a las conexiones.
Más estabilidad y calidad
Otra cuestión a destacar es la estabilidad y calidad. Los routers de fibra óptica ofrecen una mayor garantía en este sentido. Permiten que nos conectemos sin temer que haya microcortes y problemas al usar la red en nuestro día a día. Vamos a conseguir que nuestra conexión doméstica tenga más calidad que en el caso del ADSL, donde los problemas de este tipo eran más comunes.
Por tanto, si comparamos la tecnología anterior con la fibra óptica podemos decir que ganamos mucho en cuanto a estabilidad y calidad de la conexión.
Más equipos conectados al mismo tiempo
Esto es algo importante especialmente con el auge del Internet de las Cosas. Cada vez tenemos más dispositivos conectados en nuestra red doméstica y esto hace que debamos tener una conexión adecuada, que se adapte a las necesidades y que pueda soportar un gran número de equipos al mismo tiempo.
Hoy en día no nos conectamos solo desde un ordenador o a través de un móvil; tenemos muchos más dispositivos en nuestros hogares, como pueden ser televisiones, reproductores de vídeo, tablets… Todo esto hace que debamos contar con una buena conexión, un buen router que permita conectar muchos equipos al mismo tiempo sin que haya problemas.