¿Cuál es la conexión a Internet más rápida de la Historia?
Hoy en día tenemos conexiones a Internet tanto domésticas como profesionales que permiten envíos de grandes cantidades de información que se almacenan en enormes centros de datos repartidos por todo el mundo. Por otro lado, los cables submarinos de miles de kilómetros que se extienden bajo los oceános, ofrecen la posibilidad de que este flujo tenga un tamaño que no para de aumentar con el tiempo.
A lo largo de la existencia de la Red, breve pero intensa, se han hecho multitud de pruebas con un solo objetivo: superar un récord que simbolice que hay tecnología suficiente o se trabaja en ella para conseguir las velocidades más altas. Pero, ¿cuál ha sido la marca más elevada que se ha alcanzado hasta la fecha? ahora intentaremos responder a esta pregunta.
Décadas de ensayos
Como decíamos unas líneas más arriba, desde sus inicios, los desarrolladores de Internet han intentado hacer multitud de experimentos para comprobar si hay algún límite. Sin embargo, ha sido aproximadamente desde 2010 cuando se han realizado las pruebas más significativas o al menos, las que más repercusión han tenido por una razón muy sencilla: hay más terminales que necesitan Internet y se requiere una velocidad y capacidad de almacenamiento mayor para poder sostenerlos a todos
Las transmisiones de Internet más rápidas hasta ahora
A grandes rasgos, podemos destacar dos hitos. El primero, tuvo lugar en Reino Unido hace unos 4 años, cuando dos empresas, Alcatel-Lucent y BT realizaron un experimento conjunto en el que aseguraron conseguir una velocidad de transmisión de 1,4 Tbps en un cable de más de 400 km que iba desde Londres, hasta Ispwich. El mayor reto, era alcanzar este pico sin necesidad de crear nueva infraestructura y aprovechando la existente. Para que os hagáis una idea de esta cifra: equivale a más de 40 películas en HD sin comprimir. Sin embargo, este récord ha sido superado recientemente, ya que un equipo sueco ha conseguido una velocidad de 1,6 Tbps entre centros de datos situados en Estocolmo y los alrededores.
Sin embargo, el récord absoluto si tenemos en cuenta la información transferida, hay que encontrarlo en Estados Unidos y Holanda, ya que la Universidad Central de Florida, en colaboración con la Universidad de Eindhoven, lograron transmitir en una sola hebra de fibra óptica 255 TB de datos en un segundo. El inconveniente, era que para llegar a esta cota, se empleó la tecnología de envío a través de haces de luz a través de los cables de fibra, lo que supone un gasto muy elevado.
¿Hay aplicaciones prácticas?
De momento, estas pruebas han sido algo anecdótico más que algo con posibles usos al menos en el corto plazo. Aunque se ha demostrado que las tecnologías actuales de fibra óptica e Internet pueden soportar un gran volumen, lo cierto es que alcanzar velocidades como las que os hemos mostrado, aún está lejos de convertirse en algo real. ¿Creéis que estos experimentos han sido realmente útiles o no? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, más experimentos en otra de las redes más rápidas, el 5G, para que podáis conocer más.
Las conexiones inalámbricas cada vez son más utilizadas
Nos vemos hacia un mundo cada vez más conectado. Cada vez tenemos más dispositivos con acceso a la red, pero no todos de la misma manera. Hemos visto cuál ha sido el récord absoluto de velocidad de Internet. Lógicamente eso no es algo que está al alcance de cualquier usuario doméstico al menos durante unos años. Sin embargo la diferencia de calidad de una conexión es evidente entre las diferentes tecnologías y equipos que podemos usar.
Ahora bien, si pensamos en cómo nos conectamos hoy en día y en cómo lo hacíamos antes, lo cierto es que podemos ver cambios importantes. Ya no es necesario utilizar cables de red para conectar ordenadores o cualquier equipo. En la actualidad lo normal es navegar de forma inalámbrica, sin utilizar ningún tipo de cableado.
Esto en parte es gracias a la mejora de la tecnología Wi-Fi. También lo es gracias a la mayor compatibilidad de los dispositivos. Tenemos más aparatos que pueden conectarse de forma inalámbrica, especialmente con lo que conocemos como el Internet de las Cosas, que son básicamente cualquier dispositivo doméstico que cuenta con acceso a la red, como sería una televisión, bombillas inteligentes, etc.
Por tanto, podemos confirmar que nos adentramos en un mundo cada vez más conectado, donde cada vez las conexiones inalámbricas están más presentes. La tecnología avanza rápidamente y debemos mantener siempre nuestros equipos en buen estado. Esto va a ayudar a tener también una buena velocidad de Internet que permita que trabajemos correctamente, que podamos navegar sin problemas y que hagamos uso de los programas y servicios actuales.
En definitiva, la velocidad de Internet es un factor muy importante y que hay que cuidar. La capacidad que tenemos hoy en día nada tiene que ver con la de hace unos años, igual que dentro de una década tendremos conexiones más potentes. Pero dentro de setas conexiones, de estas opciones para navegar, hay algo que ha ganado mucho peso: las redes inalámbricas.
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- Banda Ancha