¿Cómo se garantiza el acceso a Internet en las zonas más remotas?
En varias ocasiones os hemos contado que el acceso a Internet en regiones despobladas o con una orografía compleja es uno de los retos que aún tienen que resolverse para que en España tengamos una conexión a la Red plena y lo más rápida posible. Aunque en las grandes ciudades y en muchas partes del territorio, no queda mucho por hacer, en otras regiones aún es necesario invertir dinero y recursos de todo tipo.
Hace unos días se conoció más sobre el despliegue de una banda ancha de más velocidad en Canarias. Sin embargo, el archipiélago aún sigue teniendo municipios en los que realizar trámites electrónicos o simplemente compras, entre otras tareas, sigue siendo muy difícil. A continuación os contamos los métodos más utilizados para intentar garantizar el acceso a los lugares más remotos.
1. El acceso a Internet por satélite
Se trata de una modalidad que no requiere de una infraestructura muy desarrollada, al menos en tierra, ya que prescinde de cables y de grandes torres receptoras. Su funcionamiento es, en teoría, sencillo: un satélite transmite la señal de Internet a antenas instaladas en los tejados de los hogares. Con esto, se solventan también problemas geográficos como un relieve muy pronunciado. Su inconveniente es que todavía hay una oferta reducida de esta plataforma y que las velocidades que ofrece no son del todo altas comparadas con otras vías como la fibra óptica.
2. Expermientos muy llamativos
En segundo lugar os contamos más sobre las iniciativas de firmas como Google. El buscador lleva unos años trabajando en un proyecto con el que se pretende dar acceso a Internet a zonas remotas a través de globos en cuyo interior, hay emisores de señal WiFi que son recibidas por antenas de muy pequeño tamaño situadas en estas regiones más aisladas. Estos globos son prácticamente autosuficientes, ya que cuentan con placas solares que permiten su funcionamiento y se sitúan a unos 20 km de altura.
3. Los métodos tradicionales
Cerramos con una vía que ya revolucionó las telecomunicaciones hace algo más de un siglo. Se trata de los cables submarinos. Actualmente, hay unos 300 instalados en los mares y océanos de todo el mundo y, aunque a priori, parece una cifra algo baja, no lo es tanto si tenemos en cuenta que cada uno de ellos, tiene en su interior decenas de cables de fibra óptica que permiten la transmisión de datos entre dos puntos distantes de manera muy rápida y también en grandes cantidades. Se estima que hay casi 900.000 km de tendido en todo el planeta y para que funcionen correctamente, requieren de grandes centros de datos en cada orilla que consumen cantidades ingentes de energía.
¿Creéis que estos métodos aún tienen que perfeccionarse para garantizar un acceso a Internet pleno? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, la iniciativa de Facebook en este campo para que podáis conocer más.
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