Telefónica apagará una central de cobre al día hasta 2020
Las infraestructuras de fibra óptica, que posiblemente, soporten el 5G en un futuro, están cogiendo velocidad de crucero a la hora de implantarse en todo el territorio aunque todavía existan algunos matices a tener en cuenta. En esta consolidación, que ya lleva varios años en marcha, hay partes ganadoras y perdedoras. Entre estas últimas, podemos encontrarnos a las tradicionales centrales de cobre.
Durante los últimos días, Telefónica ha manifestado su intención de acabar con ellas en el medio plazo. A continuación os contamos más sobre cómo las irá eliminando para dar paso a la máxima velocidad y los motivos que argumentan desde la compañía para proceder a un apagón de las redes más longevas.
Adiós a las centrales de cobre
La firma procederá a apagar una estación de este tipo al día hasta el año 2020. Esto supone que en lo que resta de 2018, se suprimirán unas 250 instalaciones a las que se añadirán otras 400 en los dos próximos ejercicios. Estas acciones encajan dentro del programa FARO, que a grandes rasgos, se basa en la sustitución de estas infraestructuras por otras de fibra con dos objetivos: ahorro de los costes medioambientales e intentar mejorar la cobertura de fibra óptica.
¿Qué supondrá el fin del cobre?
Cuando se desplegó la red de este tipo, no se esperaba que unos años después, tuviera que soportar también las redes de Internet, por lo que en muchos casos, quedaba obsoleta rápidamente y obligaba a realizar en ella inversiones más cuantiosas tanto en dinero como en nuevas instalaciones. El principal motivo que parece esconderse detrás de esta iniciativa, es el ahorro energético. Aquí os damos unos datos para contextualizar mejor: cuatro centrales de cobre consumen al mes 700 Mwh según la operadora, es decir, lo mismo que 100 hogares en esos 30 días. Además, también estaría detrás la obtención de un mayor espacio que hasta ahora ocupa el cobre. Aquí os dejamos otra cifra: un mazo de cables de cobre da servicio a 2.400 clientes. Un solo cable de fibra óptica con 256 fibras, ofrece conexiones rápidas a más de 16.000 usuarios.
Los matices de estos cierres
Aunque el grueso de las centrales se clausure en el próximo año y medio, hay algunos aspectos a tener en cuenta que darán como resultado que todavía haya instalaciones de este tipo funcionando más tarde. El primero, el geográfico, ya que actualmente, los ceses se están produciendo en lugares muy concretos como las ciudades de Madrid, Barcelona, o Las Palmas de Gran Canaria. El segundo, la propiedad y uso de la infraestructura, ya que hay algunas centrales usadas solo por Telefónica mientras que otras, son suyas pero compartidas con otras compañías.
¿Creéis que el fin de las centrales de cobre supondrá un impulso aún mayor para la fibra óptica o ambas tecnologías seguirán conviviendo durante mucho tiempo? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, un breve análisis en el que nos preguntamos cuándo veremos una conexión a Internet plena en nuestro país para que podáis conocer más.
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