¿Cómo se roban nuestros datos y qué precio alcanzan en Internet?
A principios de mayo os mostrábamos un pequeño tutorial en el que os explicábamos cómo podemos borrar todos nuestros datos de Internet. El tráfico y uso de la información personal de millones de usuarios es un filón no solo para las grandes corporaciones, que ahora, al menos en Europa, tendrán muchas más limitaciones en este sentido, sino también para los hackers.
La Red es un lugar en el que podemos exponernos a riesgos importantes aunque contemos con un buen grado de protección tanto en los propios equipos con los que navegamos y unas contraseñas y claves excelentes. Hoy vamos a contaros más sobre cómo actúan los ciberdelincuentes para recopilar toda esa información privada y veremos qué precio puede alcanzar en un mercado negro de información.
Un método muy sencillo
El phishing es la vía más utilizada para reunir datos personales. Actualmente, sus vías de propagación son múltiples aunque la más extendida es la siguiente: los hackers envían correos electrónicos muy elaborados procedentes de bancos o grandes portales de comercio electrónico. Su semejanza con los mails que en teoría mandan todos estos organismos es tal, que en muchas ocasiones, los usuarios confían, los abren y además, insertan la información que se les solicita. Os recordamos que en caso de recibir notificaciones de vuestras entidades, lo mejor es acudir a ellas para verificar si realmente han enviado mensajes o no.
El gran mercado de Internet
Como decíamos anteriormente, los datos se han convertido en un negocio muy atractivo para diversos actores. Sin embargo, gran parte de la información que recopilan los hackers va a parar a la deep web o Internet profundo, donde se puede involucrar a los usuarios víctimas de ataques de todo tipo a actividades ilícitas y donde además, el seguimiento del tráfico es casi imposible de realizar por las autoridades.
¿Cuánto valen vuestros datos?
Algunas firmas especializadas en seguridad como Secureworks se han atrevido a poner precio a todo ese flujo de información que los ciberdelincuentes son capaces de recopilar y posteriormente vender. Por ejemplo, los datos de nuestras tarjetas de crédito se venden por cantidades que van de los 8 a los 20 euros aproximadamente. Las cuentas de redes sociales pueden llegar hasta los 7 euros. La sustracción de cuentas bancarias reporta a los hackers unos beneficios de hasta el 5% del total de fondos que hay en ellas. Sin embargo, hay otros elementos en venta y que son aún más caros: la creación de virus y elementos maliciosos para Windows pueden superar los 30.000 euros.
¿Creéis que en situaciones como éstas, todas las medidas tomadas por los usuarios son insuficientes? Os dejamos artículos relacionados como por ejemplo, si sabemos crear buenas claves para protegernos a la hora de navegar por Internet.
- Archivado en
- Banda Ancha