¿Cuándo veremos el gran salto del Internet de las Cosas?

Hace unos días nos preguntábamos cuál era la letra pequeña del Internet de las Cosas. Como en otros muchos ámbitos de la tecnología, éste avance tampoco es perfecto y adolecía de ciertos problemas que pueden condicionar su futuro una vez se consolide. Sin embargo, esto no parece un inconveniente importante para que siga asentándose en cada vez más terrenos.

Durante estos días, los mayores expertos de esta nueva Red parecen haber establecido una serie de líneas maestras en las que trazar su desarrollo. Además, podrían marcarse una meta. A continuación, os contaremos más sobre los últimos datos que han trascendido, e intentaremos comprobar si se cumplirán los objetivos propuestos o no.

2020, el año de su consolidación

Durante este fin de semana, en una conferencia en Atlanta, el presidente de la consultora Gartner lanzó un vaticinio: En algo más de dos años, el 95% de todos los productos que salgan al mercado en campos que abarcan desde los electrodomésticos, hasta la telefonía móvil, estarán preparados para el Internet de las Cosas. Esto podría ser de vital importancia para lograr otra de las metas: Conectar unos 18.000 millones de terminales, independientemente de su categoría, a principios de la década que ya está más cerca.

smartphones internet

¿El Internet de las Cosas tendrá que pisar a fondo el acelerador?

Esta meta parece muy ambiciosa si tenemos en cuenta dos factores: Primero, el número de terminales que se espera tener conectados a partir de 2020 y en poco tiempo tras esa marca, segundo, el hecho de que hoy en día, a pesar de que cada vez más modelos son aptos, no existe una regla universal de Internet de las Cosas, ya que cada actor de electrónica de consumo que está haciendo experimentos en este campo, los realiza solo para que sean compatibles entre otros productos de sus propias marcas.

¿Un crecimiento desigual?

Parece que la consolidación definitiva del Internet de las Cosas llegará por varias vías aunque a distinta velocidad. Por un lado, encontraremos su implantación en el sector servicios en campos como la sanidad y también, la defensa y el transporte. Por otro lado, aunque su uso masivo se espera en los hogares dentro de unos años a través de electrodomésticos y otros dispositivos, aquí entra en juego el segundo factor que os citábamos antes: La compatibilidad, lo que puede llevar a una llegada más lenta a las casas.

¿Creéis que se cumplirá la meta impuesta y que en algo más de dos años, ya veremos esta novedad implantada a gran escala y que los usuarios de a pie, también disfrutarán de ella? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, una lista de curiosidades sobre la Red para que podáis conocer más.

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