Tor, acrónimo de The Onion Router, es un proyecto que ha montado una red distribuida, de baja latencia y superpuesta al Internet convencional gracias a la cual podemos navegar por la red de forma anónima y privada, lejos de los controles que aplican las grandes empresas y los gobiernos de todo el mundo.
Esta red distribuida está formada por un gran número de routers, servidores y nodos de entrada y salida repartidos por todo el mundo de manera que el tráfico se reenvíe de forma enmascarada y cifrada a través de ellos desde el origen hasta el destino evitando que se pueda conocer tanto el emisor como el contenido del mensaje.
Además de poder conectarnos a las páginas web convencionales desde esta red de forma segura, anónima y privada, esta red cuenta con un gran número de páginas y plataformas que solo se pueden acceder desde dentro de la propia red, siendo imposible acceder a ellas desde un navegador convencional conectado a Internet de forma directa. Por lo general, la red Tor cuenta con páginas con contenidos ilegales o filtraciones, por lo que debemos tener cuidado con lo que buscamos, reproducimos y, sobre todo, descargamos desde ella.
Para conectarnos a esta red distribuida, lo primero que necesitamos es configurar un proxy que se encargue de enrutar todo nuestro tráfico desde el ordenador a los diferentes nodos de dicha red. Una vez tenemos esto, también necesitamos que nuestro navegador se conecte correctamente a dicho proxy para reenviar las solicitudes de la página web a dicha red.
Hasta no hace mucho, todo esto había que configurarlo manualmente, siendo una tarea bastante larga, tediosa y que encima podía fallar y exponer nuestra identidad. Hoy en día, todas las configuraciones y todas las herramientas necesarias para conectarnos a esta res se pueden encontrar en Tor Browser, una versión de Firefox preparada especialmente para permitir la conexión a esta red.
Podemos descargar este navegador de forma totalmente gratuita desde el siguiente enlace. Este navegador se encuentra disponible para los principales sistemas operativos (Windows, Mac OS X y Linux) y se actualiza periódicamente solucionando posibles problemas que puedan existir para evitar que estos puedan ser utilizados por terceras personas a su favor, por lo que es importante mantener toda la suite de Tor Browser actualizada a la última versión.
Una vez descargado el navegador lo instalamos en nuestro sistema (es una aplicación portable, por lo que lo único que haré el asistente es descomprimirlo) y, una vez lo tengamos, lo ejecutamos. Lo primero que veremos será una ventana que nos preguntará si nos conectamos directamente a Internet o a través de un proxy o puente.
Normalmente nos conectaremos directamente, por lo que pulsamos sobre el primer botón y esperamos a que se establezca la conexión segura con Tor.
Una vez finalice el proceso, que puede tardar unos segundos, ya estaremos navegando a través de esta red distribuida. Para comprobarlo, tan solo debemos acceder al siguiente enlace para que el sistema compruebe nuestra red y nos diga si estamos conectados a la red Tor o no.
Como hemos dicho, las direcciones de las páginas web de esta red están cifradas, son generadas aleatoriamente y su dominio suele ser .onion, por lo que, para empezar a navegar por esta red, podemos acceder a la URL http://3g2upl4pq6kufc4m.onion/, que, en realidad, corresponde al buscador anónimo DuckDuckGo.
A partir de aquí, corremos por nuestra cuenta.
Aspectos de seguridad que debemos tener en cuenta a la hora de acceder a la red Tor
La red Tor es un lugar frecuentado por piratas informáticos que buscan la más mínima oportunidad para distribuir sus piezas de malware o engañar a los usuarios mediante distintas estrategias. Además, debido a la naturaleza de la red Tor como una red distribuida, es prácticamente imposible identificar a los usuarios que llevan a cabo estas acciones.
El primer peligro que nos encontramos es que la inmensa mayoría de las webs de la red Tor tienen malware, ya sea como descarga o como scripts. Aunque el navegador de Tor Browser tiene complementos que bloquean la carga por defecto de este contenido, si nos conectamos a esta red desde otro navegador o no se activan por defecto las extensiones que bloquean este contenido podemos llegar a infectar nuestro ordenador de malware en cuestión de segundos. Incluso es posible que utilizando Tor Browser, si somos usuarios de Windows, alguna web haga uso de un exploit que brinde a un pirata informático de acceso no autorizado a nuestro PC, por lo que si somos usuarios de Windows debemos extremar aún más las precauciones.
El segundo peligro, y probablemente mucho más preocupante que el primero, es el tipo de contenido que nos podemos encontrar allí. La red Tor, además de brindar privacidad y anonimato para ciertas tareas legales, también lo proporciona para compartir cierto contenido no apto para todas las edades, e incluso ilegal. Si no tenemos cuidado, es muy fácil encontrarse, además de las amenazas informáticas a las que hacíamos referencia antes, con contenido multimedia que puede herir la sensibilidad de la inmensa mayoría, por lo que la red Tor no es un lugar donde se deba indagar demasiado, especialmente para gente sensible.
Cómo navegar de forma segura por la red Tor
Tor Browser nos ofrece todo lo necesario para conectarnos de forma anónima y privada a esta red distribuida, sin embargo, solo aplica una pequeña capa de seguridad frente a los problemas de seguridad que supone conectarse a esta red.
Si queremos evitar que nuestro ordenador, nuestros datos y nuestra información puedan verse comprometidos, lo primero que debemos hacer es no conectarnos a esta red desde nuestro sistema operativo habitual, y mucho menos si este es Windows. Para ello, lo más recomendable es montar una máquina virtual, por ejemplo, con VirtualBox y aislarla por completo de la red (para evitar que un gusano pueda infectar el resto de sistemas de nuestra red local) y conectarnos desde allí. Si es posible instalar un sistema Linux, por ejemplo, Ubuntu, en la máquina virtual, mucho mejor.
Un antivirus actualizado en nuestro ordenador, aunque no es infalible (ya que en la red Tor podemos encontrar incluso malware desconocido), puede ayudarnos a evitar una infección. También debemos evitar descargar archivos de dicha red sin estar seguros de su procedencia y, sobre todo, facilitar datos personales.
Por qué mejora TOR la privacidad al navegar
Mantener la privacidad a la hora de navegar por Internet es un factor muy importante. Son muchos los elementos que pueden influir y lo cierto es que nuestros datos no están siempre a salvo en la red. Podemos sufrir muchos tipos de ataques que de una u otra forma pongan en riesgo nuestra información personal, la cual tiene un gran valor en Internet.
Para evitar problemas, filtraciones que en definitiva comprometan nuestros datos, podemos hacer uso de muchos servicios y programas disponibles. Un ejemplo es el navegador TOR, que gracias a su funcionamiento nos permite navegar de forma privada por Internet. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es debido a cómo nos conectamos a Internet. Gracias al uso de este servicio nuestro equipo no se conecta al servidor final, sino que va a través de capas.
Al utilizar capas los datos van protegidos en la red. Nuestra dirección IP, por ejemplo, no se muestra al servidor final al que intentamos conectarnos. Esto es esencial para no correr riesgos que puedan afectar a nuestros datos. Por tanto, el uso de TOR va a mejorar la privacidad al navegar por la red.