Cuando compramos un router, cualquier dispositivo de red o nuestro operador nos da un router, generalmente suelen venir con, al menos, un cable de red con los que poder conectarnos a él. En muchas ocasiones, estos cables suelen funcionar sin problemas ya que son de categoría 5e, sin embargo, es posible que algunos usuarios necesiten un cable más largo del proporcionado por el dispositivo o que simplemente quieran cambiar el cable por defecto por otro de mayor calidad.
En este artículo os vamos a explicar cómo hacer correctamente un cable de red para llevar Internet a cualquier parte de nuestra casa o, simplemente, para conectarnos con uno de mejor calidad para mejorar nuestra red local.
Cable de red casero vs comprado
Muchas veces, cuando vamos a montar una red, o buscamos un cable para conectar un dispositivo concreto al ordenador, solemos plantearnos entre la posibilida de hacerlo nosotros mismos, o bien comprar ya uno hecho. Hay varios factores que deberíamos plantearnos para decidir si es mejor apostar por una cosa u otra.
Hacer nuestro propio cable merece la pena cuando:
- Queremos que tenga una medida exacta. Cuando compramos un cable ya hecho debemos atenernos a la longitud que traiga, y puede que sea corta, o nos sobre demasiado.
- Queremos elegir nosotros el tipo de material, como los conectores que queremos usar, o el tipo de cable que más nos guste. De esta forma nos aseguramos la calidad.
Pero, por otro lado, comprar un cable ya hecho tiene sus ventajas:
- No necesitamos saber nada de cables, ni del orden de los hilos, ni de crimpar, ni nada.
- No necesitamos herramientas adicionales (cortadora, crimpadora, etc) para hacer los cables.
- Como viene ya montado, los conectores suelen tener un acabado más resistente.
- Algunos cables, como los de fibra óptica, son prácticamente imposibles de hacer en casa.
En cuanto a qué opción es mejor, eso ya depende de cada uno. Desde nuestro punto de vista, y dado que no es algo precisamente complicado, nuestra recomendación es hacernos con un rollo de cable grande, de una categoría elevada (Cat. 6a o Cat. 7 como mínimo), unos buenos conectores, y hacer así nuestros propios cables de red para conectar, por ejemplo, la televisión o la consola al router directamente en vez de usar el Wi-Fi.
Cómo hacer un cable de red
La satisfacción de fabricar tu propio cable de red evitando tener que comprar uno es un valor a tener en cuenta. Y viendo que el proceso es sumamente sencillo, te invitamos a hacerlo siguiendo este completo tutorial que hemos preparado para ti.
Materiales necesarios
Lo primero que necesitamos son las partes que forman el cable, es decir, el propio cable de red y los conectores RJ-45. A la hora de comprar esto debemos asegurarnos de que sean de buena calidad, por ejemplo, un cable grueso (y posiblemente apantallado para reducir interferencias externas, sobre todo en largas distancias) y unos conectores de calidad que no se rompan al ponerlos o quitarlos del router y, a la vez, nos ofrezcan la menor pérdida posible.
Una vez tenemos los materiales también vamos a necesitar una serie de herramientas para hacer nuestro cable. Estas herramientas son:
- Comprobador de cables, para comprobar que funciona correctamente.
- Cortadora / Crimpadora, para poner los conectores a los dos extremos
- Tijeras de electricista, para cortar y pelar el cable (en el caso de que la crimpadora no lo tenga).
Pasos a seguir
Lo primero que haremos será cortar el cable a la distancia que necesitemos de manera que podamos trabajar lo más cómodamente con él. Una vez tengamos a mano los dos extremos cortados del cable, lo prepararemos para los conectores.
Un cable de red está formado por las siguientes partes:
- Vaina > Apantallado > Hilos trenzados a pares
Lo primero que haremos será utilizar las tijeras para cortar la vaina, pero con cuidado de no dañar el apantallado (si nuestro cable tiene de eso) ni los hilos de dentro. Algunos cables buenos tienen por dentro un hilo de nailon, e incluso una guía de plástico. Debemos cortarlo también a la misma altura de la vaina ya que esto no se utiliza en el conector.
Debemos pelar en torno a unos 3 cm (o algo más) de manera que podamos trabajar cómodamente con los hilos. Si nuestro cable tiene apantallado podemos doblar este hacia atrás o cortarlo directamente.
A continuación, destrenzamos todos los hilos y los estiramos de manera que cada uno vaya de forma independiente.
Una vez con los hilos a mano, los ordenamos según el código de colores que vayamos a utilizar.
Código de colores para los cables de red
A la hora de colocar los cables, debemos prestar atención en los colores de los hilos ya que, por norma, deben respetar un orden. Suponiendo que nuestro cable va a ser utilizado para conectar un equipo (PC, consola, TV, etc) directamente al router, el cable que haremos será directo, donde cada pin del conector de un extremo llega directamente al mismo pin del conector del extremo opuesto.
El patrón, de izquierda a derecha, que debe llevar el cable en ambos extremos será:
- Blanco-naranja, Naranja, Blanco-verde, Azul, Blanco-Azul, Verde, Blanco-marrón, Marrón.
*Existe otra norma, la T568A, que cambia los pares naranja y verde, pero la más utilizada es la vista anteriormente, la llamada norma T568B.
Con los cables ordenados, vamos a cortar los extremos de manera que todos ellos queden a la misma distancia y no unos más largos que otros. Los cables entrarán en el conector aproximadamente 1.5 cm, por lo que debemos recortarlos hasta que queden más o menos a esa distancia.
Con 1.5 cm de cables pelados y, de nuevo, ordenados en el código de colores correspondiente, los estiramos lo máximo posible de cara a prepararlos para introducirlos ya en el conector RJ-45.
Una vez colocados los cables, colocaremos el conector con cuidado de que no se mueva ni cruce ninguno de manera que los extremos de cada hilo lleguen hasta la parte delantera del conector.
Comprobaciones finales
Antes de crimpar el cable, revisamos una vez más que el código de colores es el correcto y que todos los hilos del extremo están correctos. De ser así, introducimos el cable en el hueco RJ-45 de la crimpadora y presionamos fuerte para que los pines del conector tapen los hilos del cable y pueda así hacer contacto correctamente.
Listo. El primer extremo del cable está hecho, ahora lo único que nos queda por hacer es repetir todo el proceso para el segundo extremo.
Una vez finalizada la fabricación del cable, lo único que nos queda por hacer es introducirlo al comprobador de cables para comprobar que todo funciona correctamente, que todos los hilos tienen conectividad y en ambos extremos es el mismo hilo el asociado al mismo pin.
Instalación del cable
Puede que, si vas a fabricar tu propio cable, necesites hacer una instalación porque el recorrido sea demasiado largo para un cable corto. En ese caso, además del proceso y herramientas que hemos mencionado ya, necesitarás otras herramientas que te ayuden a pasar el cable por el canalizado o para fijarlo en la pared en caso de no tener tubos por los que pasar el cable.
Antes de comenzar la instalación, debes hacer una planificación de la misma. Es importante saber el recorrido que tendrá el cable y los metros que necesitarás para la instalación. Además, en función del tipo de instalación, necesitaras unas herramientas u otras.
Si la instalación va a ser por canalizado, necesitarás, además de tijeras y crimpadora, una guía pasacables que te ayude a introducir el cable en los tubos, un gel lubricante que ayude a que la guía y el cable se deslicen con más facilidad por el canalizado y un juego de destornilladores para abrir los registros y las tomas por las que pasará el cable de red.
Por otro lado, si la instalación va a ser a cable visto, por los rodapiés o esquinas de las paredes, necesitarás un taladro que te permita hacer agujeros para atravesar las puertas o los tabiques de las habitaciones y un material para fija el cable a la pared como pueden ser grapas o silicona caliente, por ejemplo.
Una vez hayas instalado el cable, solo quedará crimpar las puntas como hemos explicado y hacer las comprobaciones necesarias para asegurarte de que el cable funciona correctamente.
Importancia de utilizar materiales de calidad
Como has podido ver, el crimpado de cables es un proceso esencial para poder asegurar la calidad de las conexiones de red entre nuestros equipos, o con Internet. Para lograr una conexión de calidad, es muy importante que los materiales que utilicemos en todo el proceso también sean de buena calidad. Esto nos traerá algunos beneficios, que no solo se extienden a la propia utilidad del mismo cable, sino que también es algo que nos puede repercutir de forma económica.
Utilizar materiales de buena calidad es algo que nos va a ayudar a garantizar la seguridad de toda la conexión. Una conexión que no sea adecuada, puede dar lugar a muchos problemas diferentes. Tales son la mala calidad de la señal, cortocircuitos, u otros problemas relacionados con el rendimiento de la red. Todos estos problemas tendrán un efecto negativo en lo que se refiere a la capacidad para establecer las transmisiones de datos, y como consecuencia en la productividad y eficiencia de todos los usuarios que están utilizando la red.
Por otro lado, utilizar materiales de alta calidad nos ayuda a prolongar la vida útil de la conexión. Si estos son de mala calidad, pueden llegar a oxidarse, tener corrosión, o desgastarse con la degradación o con movimientos y roces. Todo esto tiene un impacto directo en la calidad de la conexión a internet, reduciendo la fiabilidad de la misma. Con materiales de alta calidad, nos evitaremos estos problemas, garantizando una conexión estable y de buena calidad durante un periodo de tiempo mucho más largo.
En muchos casos estos cables también pueden estar expuestos a las inclemencias del tiempo. Por lo cual lo mejor siempre será utilizar materiales de alta calidad, para que el cableado sea mucho más resistente ante estos fenómenos. Y por último, tenemos las normas a la hora de crear redes. Utilizar materiales de baja calidad, puede hacer que una empresa no cumpla con los requisitos establecidos en los estándares para la comunicación, los cuales están obligados a cumplir todas las empresas.
Diferencias entre un cable directo y uno cruzado
Según la finalidad que vayamos a dar al cable, este será directo o cruzado. Los cables más habituales son los cables directos, ya que son los que se utilizan para conectar ordenadores, consolas o cualquier otro dispositivo a un switch o un router.
En el caso anterior hemos visto paso a paso cómo crear un cable de red directo para utilizarlo en dichas situaciones.
Sin embargo, también existe otro tipo de cable, denominado como cruzado, que es el que se utiliza para conectar dos dispositivos iguales (por ejemplo, dos ordenadores) para el intercambio de información entre ellos.
La fabricación de un cable cruzado es igual que la de uno directo, con la diferencia de que en uno de los extremos se deben de cambiar el orden de los pares de manera que queden de la siguiente manera:
Extremo 1:
- Blanco-naranja, Naranja, Blanco-verde, Azul, Blanco-Azul, Verde, Blanco-marrón, Marrón.
Extremo 2:
- Blanco-verde, Verde, Blanco-naranja, Azul, Blanco-azul, Naranja, Blanco-marrón, Marrón.
El estándar 1000Base-T tiene una regla denominada como «Auto-MDIX» que permite adaptar automáticamente a nivel lógico los cables como sea necesario. De esta manera ya no necesitamos crear cables diferentes, sino que serán los propios equipos quienes detectarán si estamos utilizando un cable directo o cruzado y lo adaptarán según las necesidades.
Usos cable de red directo
Este cable se utiliza para conectar dispositivos de red que tienen diferentes funciones. Y por lo general, se utiliza para conectar un ordenador a un router o switch, o para conectar un router o switch a otro dispositivo de red, como un servidor o un almacenamiento en red, por ejemplo.
Este tipo de cables, suelen utilizarse en situaciones en las que se desea establecer una conexión de red estable y rápida entre dos dispositivos diferentes. Si queremos conectar un ordenador a un router, se utiliza un cable directo para establecer una conexión estable y rápida entre el ordenador y el router. Por otro lado, los cables de red directos suelen utilizarse en entornos empresariales y otras organizaciones para conectar los equipos, estaciones de trabajo y demás dispositivos a un switch o router. Al conectar los dispositivos a través de un switch o router, se puede compartir una única conexión a Internet y recursos de red. Entre otros, impresoras o unidades de almacenamiento en red.
Por último, también se utilizan cables de red directos para conectar dispositivos de red a servidores. Lo cual puede desempeñar muchas funciones diferentes en la red de los equipos, pero sobre todo es para la obtención de recursos, que permiten llevar a cabo la actividad que se realiza dentro de la empresa.
En definitiva, los cables de red directos son una herramienta esencial en cualquier entorno de red y se utilizan comúnmente para conectar diferentes dispositivos de red entre sí. Al utilizar un cable de red directo, se puede establecer una conexión rápida y, sobre todo, fiable entre los dispositivos, lo que permite compartir recursos de red y acceder a Internet y otros servicios de red con mayor facilidad.
Uso de cable de red cruzado
La principal diferencia entre un cable de red directo y uno cruzado es que los primeros se utilizan para conectar dispositivos de diferentes tipos, mientras que los directos se utilizan para conectar dispositivos del mismo tipo. Por ejemplo, si vas a conectar tu ordenador con un router, un servidor o un switch, necesitarás hacerlo con un cable de red directo, mientras que si vas a conectar tu ordenador con otro, o quieres ampliar tu red conectando vario switches entre sí, deberás hacerlo con un cable de red cruzado.
Si quieres transferir archivos entre dos ordenadores, sin necesidad de utilizar un router, deberás utilizar un cable de red cruzado. Aunque lo aconsejable es utilizar un cable directo para conectar equipos con funciones diferentes, como un ordenador con un switch, en ocasiones, utilizar un cable de red cruzado para conectar estos dos dispositivos puede ser necesario.
Por otro lado, si necesitas conectar dos routers o switches para ampliar tu red, deberás utilizar un cable de red cruzado para conectarlos entre sí. Es importante tener en cuenta que, normalmente, los routers y los switches tienen puertos auto-MDI-X, lo que significa que pueden adaptarse automáticamente a cables cruzados o directos independientemente del equipo que tenga conectado en el otro extremo.
Tipos de cables de red
Hay que tener en cuenta que no todos los cables de red son iguales. Existen diferencias importantes en cuanto a calidad y la velocidad que pueden ofrecernos. También, en función de la distancia a la que queramos llevar ese cable, debemos observar muy bien el tipo. Es posible que si queremos llevar la conexión a la otra punta de la vivienda no nos baste con un cable cualquiera, ya que de lo contrario podríamos tener una pérdida de calidad y velocidad importante.
Categoría 5, en desuso
En la actualidad la mayoría de conexiones domésticas son por fibra óptica. Esto significa que debemos utilizar cables que soporten Gigabit Ethernet para lograr velocidades superiores a los 100 Mbps. Si hacemos uso de cables de categoría 5 estaríamos limitados a esos 100 Mbps, por lo que, si tuviéramos contratados 300 Mbps, por ejemplo, no podríamos lograr esa velocidad.
Categoría 5E, el más recomendable
Por tanto, nuestro consejo a la hora de crear un cable de red para llevar la conexión de una punta a otra de nuestro hogar, es utilizar al menos un cable de categoría 5E, que es la versión mínima para lograr la compatibilidad con Gigabit Ethernet. Así podremos conectarnos a más de esos 100 Mbps que marca el Fast Internet como tope.
Categoría 6
Se trata de cables que van un paso más allá, en lo referente a las redes gigabit Ethernet o 1000Mbps. Estos funcionan una frecuencia de hasta 500 MHz. Una versión mejorada puede alcanzar un ancho de banda de 600 MHz, cuando son del tipo S/FTP. Estos cuentan con un mejor recubrimiento, y ofrecen una señal mucho más estable.
Las velocidades que proporcionan pueden ser de hasta 10 Gbps, con distancias de hasta 10 metros. Por lo cual son buenos para poder sacar el máximo partido a redes 10G.
Categoría 7
Estos son el siguiente paso, ya que funcionan a 600 MHz según la ISO-11801, y se puede utilizar en redes 10 gigabit Ethernet. Pero dependiendo del cable, se podrá disfrutar de conexión de hasta 10Gbps a 100 metros de longitud. En distancias cortas, pueden alcanzar los 40 Gbps.
También podemos disponer de cablea categoría 7A, con frecuencias de 1000Mhz, y conexiones de red 10 Gigabit Ethernet. Estos ya destacan por tener diseños planos, lo cual hace que tengan un diseño más premium. Por otro lado, es perfecto para instalaciones ocultas.
Categoría 8
Es el último estándar, y funciona a una frecuencia de 2000MHz, con velocidades de 40Gbps o 4000Mbps. El recubrimiento es mucho mejor, ya que es necesario para poder dar esa capacidad de transmisión en distancias de hasta 10 metros. Incluso puede llegar a los 100 Gbps cuando hablamos de distancias más cortas. Lo cual puede ser muy beneficioso si usamos grandes cantidades de datos.
No obstante, como posiblemente vayamos a llevar el cable muy lejos del router, sería interesante tener en cuenta otras versiones superiores. Tenemos la opción de categoría 6, 7 y 8. Cada versión ofrece una velocidad máxima y, por tanto, una mayor velocidad de descarga, así como funcionar a una frecuencia mayor. Esto es muy importante no solo por el hecho de poder navegar más rápido, sino también para evitar problemas de calidad de la conexión cuando nos conectamos más lejos del router.
Peligros de los cables
Los cables de red son componentes vitales dentro de cualquier red. Es por ello que estos deben mantener unos estándares de calidad adecuados, por no decir los más altos que sea posible. Si bien el proceso de creación de un cable de red no es demasiado complicado, si es sencillo cometer algún tipo de error. Es por esto que es común encontrar cableado en mal estado, lo cual nos afecta de diferentes formas. Y con un impacto muy negativo en algunos casos, como puede ser una empresa.
Si los cables de red se encuentran en mal estado, o el proceso de montaje no ha sido el adecuado, pueden generar problemas de conexión. Entre otros, causan que la señal se degrade o que se pierda por completo. En este caso los problemas de conectividad pueden ser constantes, como puede ser la pérdida de la conexión a Internet, interrupciones en la transmisión, o incluso conexiones que funcionan excesivamente lentas. Y esto es sólo lo menos problemático, ya que pueden ocurrir otras cosas que son más peligrosas. Es el caso de los cortocircuitos y el sobrecalentamiento, el cual se puede producir tanto si el cable está en mal está mal hecho.
Dependiendo de los daños, puede ser complicado deducir los motivos por los cuales se encuentra en ese estado. La exposición a la humedad, corrosión, que el cable se doble, todo puede afectar de forma muy negativa al cable en sí. Muchas veces, lo que se puede provocar son problemas en las interferencias. Esto hace que la señal se degrade o se pierda. Todo dependerá de lo que está generando la interferencia, pero en algunos casos nos podremos encontrar con un porcentaje muy alto en la pérdida de las capacidades del cableado. Por ello, es especialmente importante utilizar cableado de buena calidad, sea un cable comprado ya ensamblado, o que nosotros mismos montemos.
Cuando no crimpar un cable en casa
Crimpar un cable de red en casa puede ser una opción conveniente cuando necesitas realizar una conexión de red temporal o solucionar un problema de conectividad de manera rápida. Sin embargo, hay situaciones en las que no es recomendable crimpar un cable de red en casa debido a ciertas limitaciones y consideraciones técnicas.
- Requerimientos de rendimiento: Si necesitas una conexión de red de alto rendimiento y confiabilidad, como en entornos profesionales o aplicaciones que requieren transmisiones de alta velocidad y baja latencia, crimpar un cable de red en casa no es la mejor opción. Los cables de red que se compran pre-ensamblados y certificados ofrecen un rendimiento garantizado, mientras que crimpar un cable en casa puede resultar en una calidad de conexión inferior.
- Largo alcance: Si planeas extender la conexión de red a largas distancias, crimpar un cable en casa puede generar problemas de atenuación y degradación de la señal. Los cables de red pre-ensamblados están diseñados y probados para cumplir con los estándares de transmisión de datos a larga distancia, mientras que crimpar un cable en casa puede no ofrecer los mismos resultados.
- Interferencias electromagnéticas: Si el entorno en el que planeas utilizar el cable de red está expuesto a interferencias electromagnéticas significativas, como cerca de equipos eléctricos o cables de alta potencia, crimpar un cable en casa puede resultar en una conexión inestable y propensa a interferencias. Los cables de red pre-ensamblados suelen contar con blindaje y apantallamiento para proteger la señal de las interferencias externas.
- Estándares de calidad y compatibilidad: Los cables de red pre-ensamblados cumplen con estándares de calidad y compatibilidad específicos, lo que garantiza una interoperabilidad adecuada con otros dispositivos de red. Si crimpar un cable en casa, no puedes asegurar que cumpla con los mismos estándares y especificaciones requeridas, lo que puede generar problemas de compatibilidad y rendimiento.
- Experiencia y herramientas adecuadas: Crimpar un cable de red requiere cierta experiencia y el uso de herramientas especializadas, como una crimpadora y probador de cables. Si no tienes experiencia previa en la realización de esta tarea y no dispones de las herramientas adecuadas, es probable que el resultado final no sea óptimo y puedas dañar el cable en el proceso.
Elegir el cable más adecuado
Con tantas opciones que pueden ser muy válidas para muchas situaciones diferentes, puede ser que nos asalte alguna duda sobre cual utilizar. O bien sea conocer cuál es el más adecuado para nuestras necesidades. No hay un cable que sea ideal para todo el mundo, simplemente tenemos uno que es el más recomendado. Pero si hay algunos puntos clave, que nos va a ayudar a hacer la mejor elección posible, y así tener el cable más se ajusta a nuestras necesidades.
- Velocidad: La velocidad es uno de los principales factores clave, el cual va a marcar mucho el tipo de cable que necesitamos. Actualmente, para redes de área local (LAN), el más recomendable puede ser el Cat.6, que admite velocidades de hasta 10 Gbps. En caso de necesitar más capacidad, pues tendríamos que tirar hacia categorías más altas.
- Distancia: Otro de los puntos importantes, y que se puede aplicar a diferentes ámbitos. Tanto doméstico, como empresarial. La distancia es algo que va a debilitar la señal del cable a medida que se aleja del router. Por lo cual, los problemas estarán en lo largo que es el cable. En distancias cortas, no vamos a tener muchos problemas. Pero en largas distancias, es posible que lo más recomendable sea optar por cables entre Cat.6 y Cat.7.
- Calidad de la señal: Si nos encontramos en entornos en los cuales hay muchas interferencias, sea cual sea el motivo, tenemos que optar por un tipo de cable concreto. En estos casos, lo mejor son los blindados (STP), en lugar de elegir los no blindados (UTP). El STP al contar con esta capa de blindaje, reduce las interferencias electromagnéticas, y garantiza que la señal se mantiene de buena calidad.
- Tipo de conector: En este punto estamos ante lo que es un estándar. Todos los cables de red, exceptuando fibra óptica, utilizan RJ-45. Y esto es actualmente lo que es más probable que necesitemos. Pero en este punto es importante elegir un cable que tenga conectores de buena calidad, los cuales queden totalmente sujetos. Esto evitará problemas de conexión.
- Coste: A pesar de que no estamos ante componentes que son muy caros, si vamos a encontrar diferencias notorias. Sobre todo cuando necesitamos varios de estos. Por lo general, los cables a partir de Cat.6, son más caros que los inferiores, pero pueden resultar ser una mejor inversión a largo plazo. Ya que nos dan velocidad suficiente, y la capacidad adecuada para cualquier tipo de transmisión.
Usar cables de fibra óptica
Actualmente una de las opciones que se pueden utilizar en sustitución de los cables RJ-45, son los cables de fibra óptica. Pero para ello debemos tener en cuenta algunas consideraciones para poder tenerlos en cuenta. Lo primero es que se trata de una tecnología radicalmente diferente a la hora de transmitir la información. En el caso de la fibra, utiliza impulsos de luz para la transmisión, a diferencia de los cables de red tradicionales que utilizan corriente eléctrica. El resultado, de que no podemos tan solo desconectar uno y conectar el otro. Para poder hacer esto, tendremos que acometer algunos cambios en el hardware del equipo para que este lo permita.
Los dispositivos que vamos a conectar, necesitarán interfaces de fibra óptica. Lo cual no es la normal general actualmente, y donde tendremos que intervenir nosotros. Estos no cuentan con interfaces de fibra óptica de fábrica, por lo cual necesitaremos o bien convertidores de medios para poder conectarlos, o cambiar la señal de Ethernet a fibra mediante el uso de otra tarjeta de red, por ejemplo.
Por otro lado, los cables de fibra óptica pueden ser mucho más caros que los Ethernet. Pero eso no es todo, sino que su instalación también puede ser un poco más compleja por causa de su sensibilidad. En cambio, tendremos otra dificultad añadida. En el caso del cableado Ethernet, todos cuentan con el conector RJ-45. Pero con la fibra óptica es diferente, ya que tendremos disponibles diferentes conectores y cables. Los cuales debemos seleccionar de acuerdo con las necesidades concretas de la red. Puede ser la distancia de transmisión, o el ancho de banda requerido. Cosas que en la fibra no son tan sensibles como con los cables Ethernet. Por lo cual es un movimiento que nos dará ventajas, pero el cual se debe estudiar bien antes de implementarlo.
Más diferencias
Como puedes ver, con la fibra óptica no tenemos ninguna duda acerca de cables directos o cruzados. Y esto es porque son de naturalezas totalmente diferentes, como hemos comentado en el apartado anterior. La fibra óptica, al realizarse por impulsos de luz no genera esa necesidad de disponer de las dos modalidades. Por lo cual no existe un cruce de luz en el mismo sentido que los impulsos eléctricos del cobre. Pero en el caso de que sea necesario realizar un cruce de una conexión de fibra óptica, se puede utilizar dando uso de adaptadores especiales. O, por otro lado, simplemente intercambiando las conexiones de forma manual. Lo cual es posible que no sea lo más óptimo en muchos casos, debido a la inaccesibilidad o por cuestiones de tiempo. Esto hace que no sea necesario disponer de un cable dedicado para tal propósito como puede ser el caso de los cables de red tradicionales.
Pero la fibra óptica tiene una peculiaridad, y es que se utiliza principalmente para redes troncales y conexiones de largo alcance. Aquí se busca más simplicidad, y la consistencia en la comunicación es un pilar muy importante para que todo siga funcionando de la forma más adecuada. Aquí es bastante extraño que alguna aplicación pueda requerir un cable cruzado, por lo cual no se suelen aplicar en estos entornos.
En cambio, como no hablamos de cables directos o cruzados, se acuñó el término de la polaridad. Esto se refiere a cómo se mapean las conexiones de transmisión y recepción desde un extremo del cable al otro. Para ello existen diferentes métodos de polaridad, lo cual depende mucho de la configuración y del tipo de conexión que tenemos entre manos. A pesar de que los cables cruzados aún son algo relevantes, esto es algo que no se traduce al mundo de la fibra óptica. En lugar de eso, se manejan intercambiando fibras, o utilizando algún tipo de adaptador que permita realizar la misma función de una forma más sencilla y rápida.
¿Se siguen haciendo cables caseros?
Actualmente no solo vivimos en plena era digital, sino que vivimos en una era donde la movilidad es muy importante para prácticamente todos los usuarios. Cada vez tenemos más teléfonos móviles, y poco a poco los ordenadores llegan con menos conectores Ethernet. Algunas marcas, incluso los han eliminado por completo de sus modelos portátiles. Prefiriendo eliminarlos para hacer equipos más delgados y ligeros.
Esto es en parte gracias a la mejora de las tecnologías Wi-Fi, donde con la ayuda del 5G o incluso con tecnologías como el Wi-Fi 6E, no nos va a faltar rendimiento para llevar a cabo nuestra actividad o disfrutar del tiempo de ocio. Todo esto ha llevado a que cada vez se hagan menos cables de red físicos, al igual que las ventas han bajado. Esto da muchas ventajas, ya que los usuarios no están limitados a un lugar para poder conectarse a Internet. La velocidad y el alcance de estas redes, hacen que el cable ya no sea necesario, y en muchos casos ya ni se recuerde.
En todo caso, a pesar de que se hacen menos cables caseros, es algo que está muy lejos de desaparecer. Incluso a largo plazo, siempre van a existir entornos en los cuales es necesario utilizar redes cableadas. Estas son seguras, y, sobre todo, confiables. Por lo cual, en sectores, sobre todo empresariales, el cable es una tecnología no solo muy utilizada, sino muy lejana a que se deje de utilizar. Incluso a nivel doméstico, seguimos teniendo algunos dispositivos los cuales son más recomendables vía cable. Puede ser una videoconsola, o incluso para realizar transferencias de archivos entre dispositivos NAS o para aprovechar mejor las velocidades que tenemos ahora. Las cuales ya incluso sobrepasan de 1Gbps. Por lo cual, todo se basa en el uso que le demos, lejos de que desaparezcan.
Poco a poco, la tecnología que envuelve los cables de redes, mejora. Por lo cual es de esperar, que cada vez podamos disfrutar de velocidades de transmisión más altas. Lo cual no solo ayudará en las conexiones a internet, si no en la transmisión de datos entre diferentes equipos. En todo caso, siempre que compremos cableado, siempre debemos asegurarnos de que sea de buena calidad. De esta forma, podremos aprovechar todas sus virtudes en estos aspectos. En definitiva, es interesante que elijamos correctamente el tipo de cable. Es básico para lograr una buena velocidad de Internet y mantener siempre la calidad de las conexiones.
Alternativas al cable de red
Aunque lo más recomendable es conectar tus equipos por cable de red para conseguir una mayor velocidad y estabilidad en la conexión, a veces se busca establecer una conexión de red sin la necesidad de instalar cables. Para ello existen varias alternativas que ofrecen soluciones prácticas y eficientes. La opción más común es el uso de redes inalámbricas, que, con sus avances han conseguido mejoras significativas en términos de velocidad y fiabilidad.
Las redes Wi-Fi se han convertido en una elección popular para el acceso a Internet y la comunicación entre dispositivos. Los routers permiten la conexión de múltiples dispositivos sin necesidad de cables, ofreciendo flexibilidad y movilidad. Sin embargo, la velocidad y la estabilidad de la conexión pueden tener interferencias y obstáculos que hacen que la señal no llegue con la misma intensidad en todos los puntos. En este caso, una alternativa al cable de red puede ser utilizar un repetidor WiFi para amplificar la señal inalámbrica. Ten en cuenta que, muchos de estos dispositivos tienen un conector RJ45 que permite conectar tu equipo por cable de red una vez se ha amplificado la señal WiFi.
Otra alternativa es el sistema PLC, que aprovecha la red eléctrica de la casa para transmitir datos. Con adaptadores PLC, los enchufes eléctricos se convierten en puntos de acceso a la red, eliminando la necesidad de cables adicionales. Aunque la PLC puede ofrecer velocidades de transferencia de datos decentes, su rendimiento puede variar según la calidad de la instalación eléctrica.
Para entornos más grandes o aquellos donde la conectividad inalámbrica pueda ser insuficiente, la tecnología de malla o WiFi mesh puede ser una buena solución. Las redes de malla utilizan varios nodos interconectados para extender la cobertura de la red de manera uniforme. Este enfoque puede darte una conectividad inalámbrica más sólida y elimina zonas de sombra, garantizando una experiencia de usuario fluida en toda la casa.
De todas formas, a pesar de la gran cantidad de alternativas que nos encontramos, en la práctica ninguna de ellas es tan rápida y eficiente como el cable de red. Ni siquiera el PLC, ya que mandar la señal por la red introduce ruido y una gran pérdida de señal, incluso a distancias cortas. Por ello, siempre que sea posible, recomendamos invertir en una buena instalación de cable de red en casa.