El principio ALARA, clave para el futuro desarrollo del 5G
Hace un mes os contábamos más sobre esas voces críticas que aseguran que el 5G podría tener una serie de riesgos para la salud. A pesar de que sigan surgiendo plataformas ciudadanas que piden que se estudien más los efectos de la alta velocidad en Internet antes de instalarla y que llegue al público, lo cierto es que su desarrollo sigue siendo imparable.
Entre los condicionantes con los que la futura conexión debe convivir tanto ahora, como en el futuro, nos encontramos desde componentes económicos y técnicos como la instalación de las infraestructuras o la creación de un estándar mundial, hasta algunos elementos más vinculados con el bienestar de los usuarios. A continuación os contamos más sobre uno de esos factores no muy conocidos pero que podrían alterar la implantación del 5G.
El principio ALARA
Esta denominación puede resultar desconocida para muchos, pero es simplemente la sigla de «As Low As Reasonably Achievable», traducido como «Tan bajo como sea razonablemente posible». En el campo de las telecomunicaciones, especialmente el 5G, se refiere a que la radiación electromagnética producida no solo por smartphones e infraestructuras de Internet móvil, sino por electrodomésticos y otros aparatos, sea lo suficientemente baja como para garantizar el funcionamiento de estos objetos, y a la vez, que no revista riesgos para las personas.
¿Por qué se relaciona con el 5G?
Varias asociaciones asentadas en las ciudades en las que se están realizando las pruebas con 5G en nuestro país están pidiendo una moratoria en el desarrollo de la red hasta que se aclaren todos los riesgos que puede tener la instalación de antenas y torres en los próximos años y consideran que el rango de frecuencias más altas en las que se desplegará el 5G (entre los 3,4 y los 3,8 Ghz), y la creación masiva de infraestructuras puede tener un efecto dañino para más personas.
La opinión de la comunidad científica
A las protestas de algunos colectivos, se han sumado las opiniones de médicos y expertos en telecomunicaciones de todo el mundo que han exigido una mayor regulación en este campo y modificar, a la baja, la potencia de los aparatos que funcionen tanto con 5G, como con otro tipo de tecnologías. Esta demanda se envió a la Comisión Europea a finales de 2017 y en ella, también se pedía que los nuevos dispositivos y redes que vayan apareciendo en el futuro, emitan con la mínima potencia imprescindible y en un documento adjunto, se recomendó a cada país que tomara las medidas necesarias para reducir las ondas de terminales móviles.
¿Creéis que el 5G verá frenado su desarrollo con hechos como este o creéis que los riesgos que puede tener para la salud son mínimos? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, los experimentos que se han realizado con esta red en los últimos tiempos para que podáis conocer más.
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