Por qué deberías cambiar siempre la contraseña que viene por defecto en tu router
Por lo general, ya es una costumbre que los usuarios cambien la contraseña WiFi que viene por defecto. Y todo con el fin de que no sea tan fácil de acceder a la red inalámbrica. Sin embargo, una de las configuraciones que casi nunca se hace es modificar la clave de acceso al router. El problema está en que juega un papel también importante para mejorar la seguridad de los dispositivos que se conectan y de tu conexión a Internet en general.
Que terceras personas quieran entrar a tu router es más fácil cuando no se cambia la clave que viene predeterminada. No nos referimos a la contraseña de la red WiFi, sino en aquella que sirve para entrar al menú de configuración del dispositivo. Para conseguirlo, veremos cada uno de los pasos que hay que seguir para que puedas completar esta tarea lo antes posible y blindar tu router frente a los hackers.
Cómo poner otra contraseña al router
Por más que te hayas centrado en cambiar la clave WiFi por defecto por una más fuerte, hay otra contraseña que juega un papel importante en la seguridad de tu Internet: la contraseña del router. Por esto mismo es necesario conocer cómo se modifica para evitar accesos no deseados a la configuración de este dispositivo.
Esta es una de las claves que pasan completamente desapercibidas entre los usuarios, ya que se suele modificar la contraseña de la red WiFi, pues ya es una práctica más que se lleva a cabo una vez que se completa la instalación del equipo en los hogares. Por lo que esta acción no suele realizar por lo general.
Lo bueno es que no para nada complicado llevar a cabo esta simple tarea. Hay que tener en cuenta que para entrar al menú de ajustes del router es necesario conocer el usuario y la contraseña. Unos datos que vienen en la propia pegatina trasera de estos equipos. O, incluso, en algunos casos al intentar entrar solo hace falta escribir la clave, ya que el usuario se pone solo.
Así que para entrar a la configuración del router ve a la barra URL de tu navegador favorito, escribe 192.168.1.1 y pulsa Intro. Una vez hecho esto, te encontrarás con la página de acceso a su menú. Cuando pongas el usuario y la clave, entra y ve al menú configuración avanzada o similar. Este campo varía en función del modelo del router que tengas en casa. Por lo que deberás encontrar el apartado para cambiar la contraseña actual de acceso. Desde aquí, solo deberás establecer una clave robusta, que cuenta con un mínimo de 8 dígitos y cuente con signos, números y letras. Al igual que debe ser única y no usarla en otras cuentas o dispositivos.
La seguridad está en juego
Los operadores, o los fabricantes, no ponen contraseñas únicas para estos dispositivos. Por lo que resulta muy sencillo para los hackers o terceras personas dar con las credenciales necesarias. Aunque, para ello, deben estar conectados al WiFi. Es por esto mismo, por lo que también es fundamental poner otra clave para la red inalámbrica de tu hogar. Así, en caso de que los datos que viene por defecto queden expuestos o filtrados, no tendrás que enfrentarte a este problema en particular.
Por tanto, el hecho de poner otra contraseña al router es básicamente por motivos de seguridad. Así nos evitamos que terceras personas se puedan colar en su configuración si en algún momento consiguen acceder a la red WiFi del dispositivo. Si se llevan a cambio todos estos cambios nos aseguramos que la seguridad aumente, por lo que resulte más complicado que puedan conectarse a las redes y acceder posteriormente al menú de ajustes de este equipo.
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