¿Puede el 5G acabar con la banda ancha?
La velocidad de Internet ha mejorado mucho en los últimos años tanto si pensamos en datos móviles como en banda ancha. Tanto es así que se han equiparado las fuerzas, especialmente si lo comparamos con hace solo unos años. ¿Podría llegar el 5G a suplantar la banda ancha y que los usuarios prescindan de la fibra óptica? Eso es lo que se han planteado desde ACCAN, una organización australiana encargada de todo lo relacionado con Internet y las conexiones.
El 5G, un competidor claro para la banda ancha
ACCAN son las siglas de Red de Acción del Consumidor de Comunicaciones de Australia y han realizado un informe donde plantean qué podría ocurrir si el 5G se extiende y llega a ser más y más utilizado por los usuarios. Se plantean si, llegado el momento, podría ser el sustituto de la fibra óptica y la banda ancha en general.
Lo cierto es que si pensamos en la tecnología móvil ha habido un gran avance en los últimos años. Primero el 3G nos trajo las conexiones más estables y fue ahí cuando realmente empezamos a utilizar Internet móvil. Posteriormente llegó el 4G, que supuso un salto bastante importante en cuanto a velocidad y, ahora, el 5G.
Si pensamos en la velocidad de Internet del 5G en óptimas condiciones y también de la red doméstica, quizás no tengamos grandes diferencias para un uso normal. Eso sí, los datos móviles, lo que es la tarifa, por el momento suelen ser limitados.
Gran avance de la tecnología móvil
Esto ha hecho que desde ACCAN se planteen si realmente podríamos acercarnos al fin de la banda ancha al menos tal y como la conocemos actualmente. Es decir, se plantean si el gran avance que supone el 5G puede llegar a suplantar el uso de la fibra óptica en determinadas circunstancias.
Y la manera de responder a esta cuestión es teniendo en cuenta justo esto último: dependerá de cada caso. Habrá usuarios que, por la manera en la que van a utilizar Internet, no les compense contratar tanto banda ancha como datos móviles. Se produciría lo que se conoce como elasticidad cruzada de la demanda.
Básicamente esto significa que puede que lleguemos a un punto en el que no salga rentable pagar por la banda ancha, en función del uso que le demos a Internet. Por ejemplo un usuario que se conecte poco en casa y que solo lo utilice para navegar esporádicamente, ver alguna serie o película, subir algo a la nube… Puede que, con el avance del 5G, ya no necesite tener una tarifa doméstica contratada.
También indican que dependerá de las zonas donde vivamos, ya que a corto plazo no en todas partes vamos a poder tener una cobertura 5G óptima. Sin embargo, en sitios en los que haya la posibilidad de usar ambas tecnologías sin problemas, es donde podremos encontrar que pueda ser interesante prescindir de la banda ancha.
No obstante, lo cierto es que por el momento en España, y quizás la mayor parte del mundo, el hecho de que los datos móviles sean limitados no puede competir con la fibra óptica en muchos casos. Ahora bien, ¿y si en unos años las tarifas móviles amplían sustancialmente los datos disponibles o incluso los hacen limitados? Podríamos encontrarnos realmente con la posibilidad de que muchos opten por prescindir de la banda ancha.
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