Trucos y consejos para mejorar la conexión y velocidad Wi-Fi
Las conexiones inalámbricas han ganado terreno poco a poco en los últimos años. Una de las razones principales es el uso masivo de dispositivos móviles. Nuestro móvil, la Tablet, así como otros aparatos que cuentan con conectividad Wi-Fi, han provocado que cambie la manera en la que nos conectamos a Internet. Si miramos atrás, hace solo unos años nos conectábamos con un ordenador enganchado a un router por cable. Esto ha cambiado. Sin embargo estas conexiones no son tan estables como la alámbrica. En este artículo vamos a dar algunos consejos para mejorar la velocidad Wi-Fi. Algunos aspectos que hay que tener en cuenta. Siempre podemos realizar un test de velocidad para comprobar la conexión.
Recomendaciones para mejorar la velocidad Wi-Fi
Colocación de las antenas
Muchos de los routers modernos cuentan con antenas externas. A veces solo tienen una, pero en otras ocasiones son dos. En caso de tener la opción de modificar la orientación de las antenas externas, es conveniente saber cómo. Una buena posición puede ayudar a mejorar la velocidad Wi-Fi notablemente.
Hay que tener en cuenta que las ondas no se emiten igual en todas las direcciones. En caso de disponer de una única antena, lo mejor es que esté en vertical. Las ondas de esta manera se emiten en horizontal, como si fueran aros. Así es la mejor posición para la mayoría de dispositivos que estarán situados de manera horizontal.
En caso de contar con dos antenas, lo ideal es formar una L. Es decir, una antena orientada en vertical, mientras que la otra debería de estar en horizontal. Así podremos exprimir al máximo la capacidad de nuestra red Wi-Fi.
Utilizar papel de aluminio para orientar la señal
Un truco que utilizan muchos usuarios es el de utilizar papel de aluminio. Esto es el típico papel que utilizamos para envolver un bocadillo. Imaginemos que tenemos un router en una estantería y queremos que la señal vaya únicamente en una dirección. No necesitamos desperdiciar la potencia en todas las direcciones.
Ahí es donde entra en juego el papel de aluminio. Lo tenemos que poner en la zona que queremos ocultar y para la que no necesitamos tener señal. De esta manera esa señal se orienta únicamente hacia una dirección concreta.
Protege el router
No podemos dejar a un lado la seguridad. Una buena protección del router puede ayudarnos a mantener una conexión estable y mejorar la velocidad Wi-Fi. Esto significa que hay que contar con una contraseña fuerte y compleja. Siempre hay que cambiar la que viene de fábrica, así como las credenciales para acceder al dispositivo.
Tener un router inseguro, abierto, puede hacer que lleguen intrusos que consuman recursos. Esto se reflejará en una velocidad Wi-Fi mermada e inestable. Pero además de cambiar las credenciales de acceso, también conviene mantener el firmware actualizado. En ocasiones surgen vulnerabilidades que son resueltas mediante parches de seguridad y actualizaciones.
Elegir el canal correctamente
Esto especialmente es interesante para los usuarios que vivan en edificios con muchos vecinos o zonas muy concurridas. Puede ocurrir que el canal Wi-Fi al que nos conectamos esté saturado. Esto podría provocar una pérdida notable de velocidad.
Es interesante, por tanto, elegir bien a qué canal conectar el Wi-Fi. Existen herramientas que nos ayudan a elegir el más óptimo para aprovechar al máximo nuestra conexión.
Lugar donde instalar el router
La zona donde instalemos el router también puede determinar la velocidad de Internet y la estabilidad de la señal. Lo ideal es poner el aparato en una zona elevada y aislada de otros dispositivos y muros. Hay que evitar a toda costa por ejemplo ponerlo junto a otros electrodomésticos como puede ser un microondas. También hay que evitar ponerlo en una zona baja.
Es común que muchos usuarios lo coloquen donde menos estorba o en un lugar cerca de otros equipos electrónicos. Sin embargo esto es un error. Puede haber interferencias que mermen la velocidad de red.
Además, es interesante que esté en una zona céntrica del hogar o en aquel sitio donde más podemos aprovechar la señal. De nada sirve tenerlo en una habitación muy lejos de la zona donde realmente vamos a conectarnos. Por ello ponerlo en un sitio céntrico puede ayudar a repartir mejor la señal por toda la vivienda.
Cambiar la banda
Como sabemos, los routers modernos funcionan tanto en la banda de 2.4 GHz como la de 5 GHz. La primera es ideal para cuando vayamos a conectarnos desde una habitación más alejada, donde quizás haya paredes por el medio. La otra, por el contrario, es ideal para obtener la máxima velocidad. Sin embargo es más sensible a posibles interferencias, muros y la distancia.
Por tanto es conveniente ver dónde y cómo vamos a conectarnos. En ocasiones puede ser interesante cambiar la banda para así obtener mejor velocidad y una señal más estable. Hay que comprobar si necesitamos que llegue a una distancia mayor o lo que queremos es tener una máxima velocidad si nos conectamos en la misma habitación.
Repetidores o amplificadores
Un último consejo interesante es el de utilizar repetidores o amplificadores. Esto nos permite llevar la señal a otras zonas del hogar y perder lo menos posible velocidad y calidad. Existen de varios tipos y habría que analizar realmente nuestras necesidades, la distancia y cómo está distribuido nuestro hogar.
Gracias a estos dispositivos podremos aumentar la velocidad Wi-Fi y poder conectarnos con una mayor calidad.
En definitiva, estos son algunos consejos y recomendaciones básicos que podemos poner en práctica para mejorar la velocidad de Internet cuando nos conectamos de manera inalámbrica.
- Archivado en
- Banda Ancha