test de velocidad

Los archivos temporales en general, y los archivos temporales de Internet en particular, son un concepto que siempre ha suscitado polémica entre los usuarios. Sabemos que son necesarios para el correcto funcionamiento de programas y servicios, pero lo cierto es que, con el paso del tiempo, acaban ocupando un preciado espacio en el disco duro. Por ello, veamos qué son y cómo eliminar los archivos temporales de Internet.

Como usuarios de ordenadores y móviles, ya nos hemos acostumbrado a escuchar el término “archivos temporales” (o incluso “temporales”). Estos archivos se van acumulando con el paso del tiempo y con la constante utilización del equipo. Muchos creen que no valen para nada, pero sí cumplen una función clave.

¿Qué son los archivos temporales de Internet?

Cuando navegamos por la red podemos generar mucho contenido que se almacena en nuestros dispositivos. Los archivos temporales de Internet son fotos, imágenes y cualquier otro tipo de archivo que se descarga en el ordenador, móvil o tableta cuando navegamos por Internet. Casi todo lo que vemos en la red cuando introducimos una dirección en la barra del navegador, queda almacenado en nuestro ordenador.

Cada página web o dirección que visitamos descarga sus propios archivos temporales de Internet, pero lo mismo ocurre con cada navegador. Esto es debido a que cada uno tiene un funcionamiento diferente que nada tiene que ver con los otros y usa un sistema propio para la descarga y gestión de archivos temporales.

Esto podría pasar desapercibido si tenemos un equipo potente, con una memoria suficiente para administrar todo esto. Sin embargo sí podríamos notar diferencias e incluso llegar a tener problemas si estamos navegando desde un dispositivo antiguo, que tenga la memoria llena o recursos limitados. No obstante, no es algo que esté muy presente hoy en día.

¿Para qué sirven los archivos temporales?

Básicamente, los archivos temporales de Internet sirven para acelerar y agilizar la carga de las páginas web. De esta forma, en un primer acceso a un determinado portal no notaremos nada, pero sí debería empezar a marcar la diferencia tras sucesivas visitas. Al tener muchos de los archivos de la web ya almacenados en el ordenador, la carga es más rápida.

La velocidad de Internet es un factor muy importante y como sabemos no solo influye la tarifa que tengamos contratada. También podemos encontrarnos con otros aspectos a tener en cuenta, como el equipo que estemos usando, el sistema operativo, tenerlo libre de amenazas, actualizado, el navegador… Y sí, estos archivos temporales de Internet también pueden ayudar a mejorar la carga de una página web y hacer que se abra unas décimas de segundo antes.

Cuando abrimos una web por segunda vez y en las sucesivas ocasiones, el navegador busca entre estos archivos los de la página en cuestión para no volver a descargarlos. Esto tiene pros y contras. Entre los beneficios tenemos la velocidad de carga de la web o el menor consumo de datos. Entre las contras, podemos tener problemas para visualizar contenido actualizado dependiendo de la configuración de la web y pueden llegar a ocupar mucho espacio en el disco duro.

Cómo borrar los archivos temporales de Internet

Ya os hemos explicado que cada navegador gestiona los archivos temporales de Internet de forma diferente. Por ello, las formas de eliminar estos archivos de nuestro ordenador son bastante diferentes. En primer lugar, vamos a repasar cómo podemos hacerlo con la herramienta de limpieza de disco duro de Windows.

En las propiedades del disco duro, pulsaremos sobre “Liberar espacio”. Esto nos abrirá la herramienta “Liberador de espacio en disco para (X:)”. También podemos buscarla con Cortana en Windows 10, donde tendremos que seleccionar la unidad para seguir adelante. Entre toda la maraña de opciones, prestaremos atención a la denominada “Archivos temporales de Internet”. La marcaremos y pulsaremos en “Limpiar archivos de sistema”.

En Microsoft Edge, accederemos al menú Configuración y entraremos en la opción Borrar datos de exploración “Elegir lo que se debe borrar”. En ese nuevo menú, nos aseguraremos de marcar “Datos y archivos en caché”, además de otras opciones si lo vemos conveniente. Pulsaremos en borrar. También podemos activar la opción de borrar determinados datos al cerrar el navegador.

En Google Chrome accederemos al menú de Configuración, pulsaremos en Configuración avanzada y entraremos en Borrar datos de navegación. En ese nuevo menú podremos marcar el rango temporal (el origen de los tiempos para borrarlo todo) y marcar “Archivos e imágenes almacenados en caché”. Finalmente, pulsaremos en “Borrar datos de navegación”. El navegador de Google es hoy en día el más utilizado en los diferentes dispositivos.

Terminamos el repaso con Mozilla Firefox. En el menú Opciones nos dirigiremos a Privacidad y pulsaremos sobre “También le podría interesar limpiar todo el historial” Eso nos abrirá un menú similar al de Google Chrome donde elegiremos el rango temporal a limpiar y nos aseguraremos a haber marcado “Caché”. Finalmente, pulsaremos sobre “Limpiar ahora”.

En definitiva, en cualquier navegador que tengamos instalado en nuestro equipo podremos borrar los archivos temporales de Internet. No importa la versión que tengamos, ni tampoco si estamos usándolo en un ordenador o dispositivo móvil. Los pasos a seguir son muy similares a los que hemos explicado de Google Chrome, Mozilla Firefox o Microsoft Edge, que son los más populares hoy en día en ordenadores.

En Windows también podemos acceder a Inicio > Panel de control > Opciones de Internet. Hacer clic en la pestaña General y, a continuación, seleccionar Eliminar en Historial de exploración. Finalmente, seleccionar Eliminar todo > Sí> Aceptar.

Para terminar, podemos recurrir a herramientas de terceros para esta tarea. Una de las más populares, aunque envuelta en la polémica en las últimas semanas, es Ccleaner. Con esta herramienta podemos borrar los temporales del equipo y de todos los navegadores de forma sencilla con par de clics y nos podemos ahorrar mucho trabajo con respecto a tener que hacerlo de forma manual e independiente en cada navegador. Eso sí, siempre que recurramos a este tipo de programas de terceros debemos asegurarnos de que lo descargamos de fuentes fiables y no corremos riesgos innecesarios.