Conoce cuáles son todos los estándares de Wi-Fi que existen
El Wi-Fi, o comúnmente escrito en español como wifi, es un tipo de conexión inalámbrica creado por la Wi-Fi Alliance. Esta alianza es una organización sin ánimo de lucro, formada por empresas como 3Com, Cisco o Motorola. Los principales patrocinadores de esta alianza son las grandes empresas fabricantes de dispositivos que hacen uso del Wi-Fi, como Apple, Samsung, Sony, LG, Cisco, Broadcom, Intel, Qualcomm, Motorola, Microsoft…
El primer estándar fue introducido en el año 1997, y desde entonces hemos visto como una maraña de letras han ido acompañando al subtítulo de cada categoría. Últimamente oímos mucho ‘Wi-Fi n’, ‘Wi-Fi ac’… Pero, ¿qué significa cada letra y qué implica?
Cada letra es uno de los diferentes estándares que ha recibido la certificación Wi-Fi a lo largo de su existencia. Cada una ha supuesto un avance con respecto a la anterior, con mejoras de velocidad o de alcance.
802.11
Fue el primer estándar de transmisión de con la tecnología Wi-Fi, y fue introducido en 1997 bajo el nombre de 802.11. En teoría, admitía hasta 2 Mbit/s de velocidad máxima teórica, que en la práctica se quedaba en 1 Mbit/s. Esto lo hacía demasiado lento para la mayoría de las aplicaciones. A pesar de esto, creó una base muy sólida para trabajar en lo que sería uno de los mejores estándares de la industria.
El nombre completo es IEEE 802.11, siendo IEEE Institute of Electrical and Electronics Engineers. Dentro de la familia del 802, formada por:
- IEEE 802.1, para conexiones LAN.
- IEEE 802.3, para conexiones Ethernet por LAN.
- IEEE 802.11, para conexiones inalámbricas por Wi-Fi.
- IEEE 802.15, para conexiones Bluetooth.
802.11a
Fue desarrollado a la vez que el 802.11b. El 802.11a utilizaba señales de radio de 5 GHz, frente a los 2.4 GHz del 802.11b. La consecuencia de esto fue que fue muy poco popular porque el 801.11b podía dar cobertura a distancias de incluso cuatro veces mayores que el 802.11a. A pesar de que permitía una mayor velocidad de transferencia (hasta 54 Mbits/s), en hogares tuvo más popularidad el 802.11b, ya que, al utilizar una frecuencia menor, tenía mayor alcance.
802.11b
En julio de 1999, el IEEE, basándose en el estándar original 802.11, creó el 802.11b, que permitía velocidades de hasta 11 Mbit/s, frente a los 2 Mbit/s del original. La ventaja es que utilizaba la frecuencia de los 2.4 GHz, con lo que el alcance era mayor. A pesar de esto, su introducción no vino exenta de problemas, ya que la frecuencia de los 2.4 GHz no estaba regulada y generaba interferencias con aparatos inalámbricos y electrónicos, como los teléfonos o los microondas.
802.11g
Publicado en el año 2003, el 802.11g combinaba lo mejor de sus dos predecesores: la velocidad de hasta 54 Mbit/s del 802.11a, y el alcance del 802.11b gracias a utilizar los 2.4 Ghz. Además, tenía la ventaja de ser retrocompatible con el 802.11b, lo cual aseguraba que los nuevos dispositivos que utilizaran el 802.11g pudieran conectarse a routers y puntos de acceso que emitieran en 802.11b.
802.11n
La introducción del 802.11n en 2009 fue probablemente el cambio más importante en la historia del estándar. Supuso un punto de inflexión en la tecnología, ya que introdujo las redes MIMO. Estas redes MIMO hacen uso de varias antenas en un mismo router para enviar y recibir datos de manera simultánea, agilizando así la velocidad de la conexión. Además, se consiguió mejorar la cobertura, llegando a 120 metros en interior y 300 metros en exteriores.
La velocidad máxima que soportaba este estándar también aumentó hasta los 600 Mbit/s, aunque es más común encontrar en la práctica velocidades de 150 Mbit/s o incluso 300 Mbit/s. Además, el 802.11n reintrodujo el uso de las bandas de 5 GHz, pudiendo los routers funcionar en ambas frecuencias.
802.11ac
Es el más extendido en la actualidad en los routers que se venden, por ejemplo, para la fibra óptica en la actualidad, como el HGU de Movistar. Fue introducido en 2013 y utiliza la tecnología ‘beamforcing’, que focaliza las señales de radio para que lleguen más lejos y puedan atravesar paredes. Gracias a esto y a utilizar hasta cuatro antenas, se consigue una mayor penetración de la señal, y mayor velocidad, a pesar de utilizar la banda de los 5 GHz.
El 802.11ac usa bandas duales, lo que le permite conexiones en 2.4 GHz y 5 GHz. Además, es retrocompatible con 802.11b/g/n y tiene un ancho de banda de hasta 1.300 Mbit/s en 5 GHz y hasta 450 Mbit/s en 2.4 GHz.
De cara al próximo año, la Wi-Fi Alliance acordó una revisión del 802.11ac, subtitulado ‘Wave 2’, y que permite velocidades de 2.34 Gbit/s, e introduce el MU-MIMO.
El MU-MIMO significa Multiple User Input. Permitirá al router enviar información a hasta cuatro usuarios a la vez en la misma red Wi-Fi a través de las cuatro antenas. Aunque suene raro, en estándares de Wi-Fi previos sólo se envía la información a un único dispositivo a la vez. Lo que pasa es que el router cambia tan rápidamente entre los dispositivos que es imperceptible. Gracias a esta mejora, podremos tener conexiones más estables vía Wi-Fi.
802.11ad
Este estándar es muy poco conocido y poco utilizado en la actualidad, debido a que tiene menor alcance con respecto al 802.11ac, y todavía los usuarios no necesitan velocidades superiores a las que alcance el 802.11ac. Permite alcanzar velocidades de hasta 4.6 Gbit/s, y opera en bandas de 60 GHz.
Importancia de saber qué Wi-Fi usa nuestro router
Saber qué tipos de Wi-Fi existen es útil por tres motivos:
- Saber si con nuestro router vamos a tener velocidad suficiente a la hora de contratar una tarifa con un operador, y si podremos disfrutar de ella en un punto determinado de nuestro hogar en función de la cobertura de cada tecnología utilizada.
- Saber si nuestros dispositivos, como ordenadores o móviles, son compatibles con la tecnología Wi-Fi para aprovecharnos de las últimas mejoras.
- Por supuesto, conocer qué router debemos adquirir para disfrutar de la máxima velocidad.
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