¿Por qué no funciona Internet? 8 cosas que puedes probar para localizar el problema
¿Por qué no funciona Internet? Esa es posiblemente una de las preguntas del millón de dólares y una de las más repetidas por parte de los internautas. Además, se trata de una de pregunta de muy difícil contestación ya que pueden ser tantos y tan variados los motivos, que es complicado precisar. Sin embargo, existen ocho aspectos que podemos comprobar para intentar localizar y acotar el problema.
Saber el motivo exacto por el que puede estar fallando Internet es el primer paso para encontrar una solución adecuada. Por ello, en este artículo os vamos a detallar cuáles son los principales problemas, qué aspectos debemos repasar, qué comprobaciones llevar a cabo y algunas posibles soluciones. El problema podría estar en el ordenador, en el router, en la conexión o incluso, en el tejado de nuestra operadora de telecomunicaciones.
Además, cada vez es más importante tener un conexión robusta a Internet debido que numerosos dispositivos dependen de ella, como sistemas de domótica inteligente, streaming de vídeo en los televisores, plataformas de juego online, etc. Antes de llamar al servicio técnico de nuestra operadora, repasaremos estos ocho puntos concienzudamente.
Hacer ping
Intentar hacer ping a una dirección IP nos permite saber si la conexión está funcionando y si “sale fuera” de la red doméstica. Existen numerosas herramientas disponibles para realizar esta tarea pero lo más sencillo es recurrir a la nativa de Windows. Para ello, abriremos el símbolo de sistema o cmd y escribiremos ping google.es (o cualquier otra dirección de Internet). Esto envía pequeños paquetes de datos y nos indica si han llegado y el tiempo que han tardado en hacerlo. Si el test es positivo veremos los tiempos, en caso contrario, veremos cómo ha sido imposible conectar.
¿Tiene corriente el router?
Aunque parezca una cosa obvia, suele ser de las primeras preguntas que nos hace una persona del servicio técnico al atender nuestra llamada. Seguramente no será vuestro caso pero os prometemos que muchas personas han solucionado mágicamente sus problemas al darse cuenta que algún equipamiento, como puede ser el router, estaba desenchufado de la corriente. Además, también podemos tener un problema con el adaptador de corriente pese a estar correctamente enchufado.
Es muy común que el router esté conectado a una regleta, donde además tenemos enchufados otros muchos equipos. Puede ocurrir que por error desconectemos el router en vez de otro aparato que es lo que queríamos hacer. Puede pasar también que esa regleta no funcione correctamente o que incluso se haya desenchufado de la electricidad.
El estado del router
Los LED de estado de nuestro router serán nuestros principales aliados una vez llegados a este punto. Por ejemplo, el LED de conexión a Internet puede estar activado y la conexión no funcionar. Esto nos da pie a comprobar otros LED de estado como el de la conexión inalámbrica o el de los puertos Ethernet. Si vemos que no tenemos conexión, un primer paso será reiniciar el router y volver a comprobar los estados. En caso de error en una conexión Ethernet, probaremos otro cable u otro puerto.
Cambiar el canal
Los routers pueden usar varios canales dentro de su espectro de frecuencia para darnos la conectividad inalámbrica y la saturación de uno de ellos, puede hacer que seamos incapaces de conectarnos en condiciones. Por ello, si tenemos problemas con la conexión WiFi, probaremos a cambiar el canal para intentar encontrar uno más apropiado. Para ello seguiremos este tutorial.
Hay que tener en cuenta que tenemos dos bandas para conectarnos en los routers modernos. Por un lado está la banda de los 2,4 GHz y por otro la de los 5 GHz. Cada una de ellas tiene sus propios canales. A veces podrían estar saturados si estamos en un edificio con muchos routers alrededor. Podría afectar a la calidad de la conexión y generar problemas. De ahí que simplemente cambiar el canal pueda ser la solución en determinadas ocasiones.
El estado del cableado
Directamente relacionado con uno de los puntos anteriores, el estado del cableado, tanto del que llega a nuestra casa desde la calle como del que nos conecta directamente al router, puede ser la causa de una conexión fallida. Revisaremos que en apariencia todos los cables están correctos y sustituiremos por otros los que pensemos que pueden estar fallando.
Un cable antiguo puede estar deteriorado, pero también podría estar limitado para obtener la máxima velocidad. Podríamos encontrarnos con que la velocidad de sincronización con el router no pasa de 100 Mbps. Esto es debido a que usamos un cable que únicamente soporta hasta Fast Ethernet y no Gigabit Ethernet, que es lo que nos permitiría lograr la máxima velocidad.
Empezar de cero
Después de haber cambiado cientos de aspectos del router, es posible que hayamos dado con una configuración que impide que la conexión a Internet funcione correctamente. Por ello y siempre que sea posible, probaremos a reiniciar al estado de fábrica el router para empezar desde cero con una configuración “limpia”.
Esta medida drástica puede ser la solución en muchos casos. Resetear el aparato va a ayudar a corregir esos problemas que afecten a la velocidad, calidad y estabilidad de la conexión. Básicamente lo que hacemos es volver a los valores predeterminados, tal y como venía de fábrica el aparato.
Actualizar el firmware
Un firmware desactualizado puede terminar por comprometer nuestra conexión a Internet. De la misma forma que mantenemos actualizado el sistema operativo y los programas, haremos lo mismo con el router para que siempre cuente con el firmware más actual donde se han eliminado los problemas conocidos que afectan a versiones más antiguas.
Esto es algo que debemos aplicar en todo tipo de dispositivos que estemos utilizando. Siempre debemos tener las últimas versiones instaladas y no comprometer así nuestra seguridad ni el buen funcionamiento. No solo se trata de rendimiento, sino de evitar problemas que dañen a la velocidad de la red o la seguridad de esos equipos.
¿Tiene la culpa tu PC?
Por último, comprobaremos que nuestro PC no es el responsable del problema con la conexión a Internet. Para ello, realizaremos un diagnóstico con alguna de las principales soluciones de seguridad del mercado en busca de malware como virus, troyanos o ransomware. En el caso de los teléfonos móviles o tabletas, haremos la misma comprobación además de asegurarnos que la configuración es la correcta y no tenemos, por ejemplo, el modo avión activado.
Si ninguno de estos aspectos soluciona el problema de la conexión, sólo nos queda ponernos en contacto con nuestra operadora de telecomunicaciones. En caso contrario y si hemos solucionado el problema, comprobaremos la velocidad de la conexión en nuestro Test de Velocidad para asegurarnos que todo funciona correctamente.
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