Qué es una VPN y cómo elegirla
Existen dos formas de navegar por Internet: de forma pública o privada. Cuando navegamos de forma pública, dejamos un rastro en los servidores de las páginas web que visitamos y en nuestro proveedor de servicios de Internet a través de nuestra IP, una IP única que nos lleva directamente a nosotros.
Si navegamos de forma privada no dejamos ningún rastro, ni en las páginas web que vistamos ni en el registro que nuestro operador de Internet hace con el uso que hacemos de nuestra conexión a Internet. El único rastro que dejamos es en el navegador que utilizamos, siempre y cuando no utilicemos el modo incógnito que ofrecen todos los navegadores web.
Pero ¿el modo incógnito de los navegadores no era para navegar sin dejar rastro? Esto es lo que creen la mayoría de las personas, sin embargo, no es así. El modo incógnito o privado de un navegador web para lo único que sirve es para no dejar ningún rastro en el navegador, es decir que no se almacenan las webs que visitamos ni no se almacenan las contraseñas que utilizamos entre otros.
Cuando cerramos la pestaña del navegador privado, todos los datos relacionados con el uso que hemos hecho del navegador se eliminan automáticamente, por lo que no es posible saber qué es lo que hemos hecho en el equipo. Sin embargo, si es posible saber que hemos hecho a través de nuestro proveedor de servicios de Internet.
La única forma de navegar de forma anónima a través de Internet es utilizando una VPN, una red privada virtual.
Qué es una VPN
Una VPN, Virtual Private Network, es una red privada virtual que permite a los usuarios navegar por Internet de forma anónima, sin dejar ningún rastro de la actividad que realiza en Internet.
Cuando escribimos la URL de una página web que queremos visitar en el navegador, esta se envía a los servidores de Internet de nuestro proveedor (ISP) quien se encarga de redirigirnos al servidor donde se encuentra alojada.
De esta forma, nuestro proveedor de Internet guarda un registro del uso que hacemos de Internet. Si utilizamos una VPN, creamos una red virtual entre nuestro PC y los servidores de la plataforma VPN que contratemos, una red cifrada a la que nuestro proveedor no tiene acceso, por lo que en ningún sabe que es lo que estamos haciendo con nuestra conexión a Internet.
Cuando nos conectamos a Internet, necesitamos una IP, que digamos es el medio de transporte que vamos a utilizar. Si no tenemos medio de transporte, no podemos movernos, para que nos entendamos. Entonces, si también necesitamos una IP ¿qué ventaja tiene utilizar una VPN?
Ventajas de utilizar una VPN
Si hablamos de las ventajas que supone utilizar una VPN en el día a día, tenemos que hablar de un gran número de factores que nos invitan a utilizarlos de forma obligatoria, siempre y cuando utilicemos plataformas de pago como NordVPN, una de las más fiables del mercado.
- Seguridad al navegar.
- Navegar sin dejar rastro.
- Saltarse restricciones geográficas.
- Evitar la censura de un país.
Qué VPN elegir
Cuando contratamos una VPN, estamos contratando un servicio que nos ofrece una IP diferente a la de nuestro proveedor de Internet. Esta IP pertenece a los servidores que la empresa VPN tiene repartidos por todo el mundo, lo que, además, permite saltarnos las limitaciones geográficas de nuestro país, como, por ejemplo, censura, limitaciones de geográficas de plataformas de vídeo en streaming entre otros.
Pero, si la IP está asociada a la empresa y la empresa la asocia a nosotros, no es una navegación privada. En el mercado podemos encontrar un gran número de plataformas y servicios VPN, algunos gratuitos y otros de pago.
Las plataformas de pago no guardan ningún registro de nuestra actividad ya que, cuando cerramos sesión y dejamos de navegador, el servidor que hemos utilizado se reinicia eliminado todo el contenido almacenado en su interior.
Estos servidores utilizan almacenamiento RAM, por lo que, al apagar y encender, automáticamente se elimina todo el contenido y no existe ninguna posibilidad de recuperarlo, por lo que, aunque recibieran un requisito de las autoridades, no podrían cumplirlo debido a su funcionamiento.
Las plataformas que ofrecen servicios VPN gratuitos si guardan un registro con toda la actividad de los usuarios, registro que posteriormente venden a terceros. Este tipo de plataformas tienen que ofrecer sus servicios a cambio de algo, ya que no son ONGs y vender los registros de actividad es la única opción que tienen de obtener ingresos.
Las VPN de pago ofrecen un mayor número de servidores a los que podemos conectarnos, por lo que ofrecen una amplia variedad de opciones a la hora de conectarnos desde cualquier lugar del mundo, sin salir de casa.
Otra consideración que también debemos tener en cuenta es la velocidad de transferencia de datos. No todas las VPN nos permiten navegar a la misma velocidad que la que tenemos contratado con nuestro operador, por lo que no todas sirven para saltarse las restricciones geográficas de plataformas de vídeo en streaming como Netflix, YouTube, Disney+ y demás.
Si en nuestro país las descargas de contenido vía Torrent están prohibidas, podemos utilizar una VPN para saltarnos esa restricción, sin embargo, no todas las plataformas de este tipo ofrecen soporte para las redes Torrent, por lo que es un aspecto más que debemos tener en cuenta a la hora de elegirla.
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