Diferencias entre router y modem
A la hora de conectarse a Internet desde un PC, es necesario que el equipo se conecte a un dispositivo que lleve la señal de Internet hasta el lugar donde se encuentra. Cuando Internet comenzó a llegar a millones de hogares, la única forma de hacerlo era a través de un módem que se conectaba directamente a un equipo. En la actualidad, el módem ha dejado de utilizarse para ser sustituido por un router que ya incluye el módem.
Conforme ha ido avanzando la tecnología, el número de dispositivos que tienen la necesidad de conectarse a Internet se ha ido incrementando, de ahí que los módems hayan quedado en desuso en la actualidad. Para repartir la señal de Internet que recibimos a través de un módem, es necesario utilizar un router. Pero ¿para qué sirve cada uno?
Qué es un módem
Un módem es un dispositivo que recibe la señal de Internet de un ISP (proveedor de servicios de internet) y se conecta directamente al PC con el que queremos acceder a Internet. Esta es la única función que tiene un módem. Este dispositivo tiene puerto donde se conecta el cable que viene de la calle y con el que se conecta a Internet y otro puerto RJ-45 que se conecta al puerto de red del PC y no tiene conectividad Wi-Fi.
Los primeros módems que se utilizaban para conectarse a Internet lo hacían utilizando el cable de teléfono. El módem tenía que llamar a un número de teléfono del proveedor que tuviéramos contratado. Sin embargo, la velocidad que ofrecía era muy lenta y fue sustituida por la conexión ADLS y posteriormente, la conexión ADSL fue sustituida por la fibra óptica.
La principal limitación que ofrece un módem es que únicamente podemos darle señal de Internet a un único dispositivo, no a todos los dispositivos que se encuentre en la misma ubicación, ya sea vía cable o de forma inalámbrica. Si queremos que compartir la conexión a Internet de un módem con otros dispositivos ya sea mediante cable o vía Wi-Fi necesitamos conectarle un router.
Qué es un router
Como hemos comentado en el apartado anterior, si queremos compartir la señal de un módem con otros dispositivos, la única forma de hacerlo es a través de router. Un router es un dispositivo que dispone de una entrada RJ-45 donde se conecta la señal de Internet del módem y dispone de varios puertos de salida RJ-45 para conectar varios equipos.
Además, también dispone de conectividad inalámbrica, por lo que podemos conectar tantos dispositivos como permita el router. Básicamente lo que hace un router en dividir la señal de Internet que le facilita el módem en varias conexiones a través de un cable Ethernet o vía inalámbrica.
Hoy en día, los operadores de Internet han dejado de ofrecer un módem para conectarse a Internet, y lo que hacen es ofrecer un módem-router, un dispositivo que reúne las dos características de ambos dispositivos, por lo que, no se encarga únicamente de recibir la señal de Internet, sino que, además, la distribuye a través de varios puertos RJ-45 y de forma inalámbrica.
En la actualidad, si buscamos en cualquier tienda, es muy difícil encontrar un módem sin funciones de router ya que estos dispositivos de forma independiente han quedado completamente desfasados. Sin embargo, si podemos encontrar un gran número de routers con o sin funciones de módem, siendo estos segundos los más numerosos y los que vamos a necesitar si el router de nuestra operadora se nos queda corto en funciones.
Diferencias entre módem y router
En base a su nombre, la principal diferencia entre un módem y un router es que el primero se encarga de llevar el internet de la calle a casa a través del cable del proveedor de internet que tengamos contratado, mientras que el segundo, se conecta al módem para repartir la señal de Internet entre más dispositivos.
En la práctica, los módems, como dispositivo independiente, han dejado de tener sentido, y su única función ha sido implementada en los routers. De esta forma, se reduce el número de dispositivos necesario para tener internet en casa y repartirla entre todos los dispositivos que la necesitan.
Si se utiliza un módem para conectarse a Internet, estamos utilizando una IP pública, IP que nos facilita el proveedor a Internet, IP que pertenece al ordenador, algo que tiene sus ventajas y desventajas en temas de seguridad y conectividad.
Pero, si utilizamos un router, utilizamos una IP pública, al igual que si fuera un módem, pero no es fácil identificar desde que dispositivo se ha realizado la conexión ya que queda enmascarada por la red local de la que forma parte. En una red local, cada dispositivo conectado tiene una IP local que empieza por 192.x.x.x y que permite identificar los dispositivos en una red.
Otra importante función que tienen los routers y que no se encuentra en un módem es la posibilidad de crear una red local conectando todos los dispositivos conectados a una misma red a través de una IP privada. De esta forma, podemos compartir archivos, enviar contenido y mucho más entre todos los equipos que forma parte de una red local sin necesidad de conectarlos directamente con un cable de red.
Que la función del módem esté incluida en un router supone, a su vez un problema. Todos los operadores de telefonía entregan un módem-router para recoger la señal de la calle y compartirla entre todos los dispositivos del hogar, por lo que no hay ninguna posibilidad de cambiar el router por otro sin no cambiamos el dispositivo de forma conjunta.
Si las prestaciones del router de nuestro proveedor de Internet se nos quedan cortas y el operador no se presta a cambiarlo por un modelo más moderno, la única solución que nos queda pasa por comprar un router independiente y conectarlo a uno de los puertos de salida del módem-router del operador y anular la señal Wi-Fi de este para que todos los dispositivos se conecten al nuevo modelo.
Debido a esta limitación de las operadoras, aunque podemos encontrar modelos de router que incluyen también función de módem, su número es muy reducido en comparación con los modelos router sin módem.
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