Trucos para mejorar tu privacidad y seguridad en internet
La privacidad en Internet es uno de los grandes temas de actualidad hoy en día. En regiones como Europa, la presión ha sido tal, que las autoridades comunitarias han aprobado una serie de normas contundentes que aspiran a satisfacer las exigencias de los usuarios en este sentido. Por otro lado, las grandes empresas presentes en la red, deben adaptarse al menos en teoría, a un contexto muy distinto al de hace tan solo unos años.
Si a esto, añadimos los ataques de hackers y ciberdelincuentes que tienen como objetivo la recopilación de datos personales, el panorama para los usuarios puede resultar algo complejo y quizás, desalentador. Por eso, hoy vamos a mostraros una serie de consejos muy útiles y sencillos con los que podréis extremar la precaución a la hora de navegar.
Consejos básicos
A continuación, veremos algunos consejos básicos para empezar a asegurar nuestra privacidad y seguridad en Internet:
Bloqueos físicos
Una primera norma muy simple, pero a la vez, efectiva, es el establecimiento de una serie de contraseñas y patrones a la hora de encender los equipos. Con ello, evitaremos que terceras personas accedan a todo lo que almacenamos en ordenadores, tablets y smartphones entre otros. Aquí os recordamos otro consejo que os dimos anteriormente: si creáis una contraseña, que no sea idéntica a la que tengáis en otros servicios.
Las redes sociales y la privacidad en Internet
Estas herramientas han sido posiblemente, las que hayan generado el debate en torno a la seguridad de los usuarios. Escándalos como el de Facebook y Cambridge Analytica, han sacado a la luz una serie de problemas que han estado latentes durante años. Si sois usuarios muy frecuentes de redes sociales, es muy aconsejable revisar periódicamente las configuraciones de privacidad de cada una de ellas. Aunque a veces sea complicado encontrar este menú, en él, podréis controlar qué se publica acerca de vosotros y qué no. Otro consejo útil: pensad bien que queréis mostrar en ellas antes de subir ningún contenido.
Desactiva ciertos componentes
En tercer lugar, os mostramos un truco que tiene mucho sentido común detrás. Ahora, sabemos que, tanto en ordenadores como en otros soportes, los micrófonos y las cámaras pueden estar transmitiendo nuestra imagen o conversaciones, aunque no los tengamos habilitados. Para evitar esto, es aconsejable tapar ambos componentes con cinta aislante u otros materiales fáciles de quitar cuando sea necesario. Además, también recomendamos desactivar nuestra ubicación.
Los modos de incógnito
Las empresas creadoras de los grandes navegadores parecen haberse dado cuenta de la importancia que los usuarios dan a la privacidad en Internet. Por ello, han añadido modos de navegación anónima en sus herramientas a través de las cuáles, es posible utilizar la red sin dejar huella. Sin embargo, esto es verdad solo a medias, ya que a pesar de que los modos de incógnito eliminan los historiales y datos personales una vez acabamos la sesión, el tráfico de Internet que generamos sí queda registrado.
Principales errores
Ya hemos visto como protegernos, pero la realidad es que mucha gente sigue cometiendo errores muy graves a la hora de asegurar su privacidad:
No contar con programas de seguridad
Uno de los errores básicos que cometemos al conectarnos a Internet es no utilizar programas y herramientas de seguridad. De esta forma podemos comprometer nuestra propia seguridad y el buen funcionamiento de los equipos. Esto es algo que debemos aplicar independientemente de la plataforma que utilicemos. Tenemos que tener antivirus y otras variedades de software de seguridad que tengan como fin proteger los sistemas.
Es cierto que el hecho de tener este tipo de programas instalados no va a protegernos al 100%. Pero sin duda puede ayudar a evitar la entrada de malware en los equipos y que puedan poner en riesgo el buen funcionamiento. Hay amenazas que incluso podrían hacer que la velocidad de Internet no fuera la adecuada. Algo que no queremos que ocurra sea cual sea el dispositivo que estemos utilizando. Podemos realizar un test de velocidad y comprobarlo.
Publicar fotos con información personal o importante
Este es un error que podemos ver en muchas ocasiones en redes sociales. Vemos cómo los usuarios suben fotos de entradas a conciertos, partidos de fútbol, etc. Aquí se puede ver el código de barras e incluso información personal como el nombre y apellidos en algunos casos, cuando esa entrada es nominativa.
Pero no solo son fotos con entradas o similares. También es bastante común que los usuarios compartan información privada por redes sociales. Datos que podrían afectar a la privacidad y seguridad. Un buen consejo es tener las redes sociales privadas y nunca ofrecer más datos de los realmente necesarios. Es vital para nuestra privacidad y también para evitar posibles amenazas como pueden ser correos Spam o ataques phishing que ocurran tras haber publicado nuestro e-mail.
Conectarnos a redes inseguras
Más específico de las redes, un fallo común es conectarnos a un Wi-Fi público e inseguro. Es posible que en ocasiones no nos quede más remedio. Quizás estemos de vacaciones y no tengamos datos en un país extranjero o tal vez no queramos consumir nuestra tarifa. Puede que optemos por conectarnos a una red Wi-Fi abierta en un aeropuerto o centro comercial.
Esto puede ser peligroso y en cualquier caso necesitamos tomar ciertas medidas de precaución. Lo primero es no navegar por páginas sensibles. No llevar a cabo acciones como puede ser enviar una transferencia bancaria o ejecutar un pago. Siempre hay que navegar por páginas cifradas.
En caso de necesidad, lo mejor es utilizar un servicio VPN. De esta forma hacemos que nuestra conexión vaya cifrada y reducimos los riesgos. Nunca sabemos quién puede estar detrás de una red y cómo puede afectar a nuestros dispositivos.
Navegar por páginas que no estén cifradas
Otro error es navegar por páginas que no estén cifradas e introducir datos personales. Pero además, hay que mencionar que una página HTTPS no siempre es segura. Puede que se trate de un fraude, que contenga links fraudulentos que puedan poner en riesgo nuestra conexión.
Por tanto, siempre es aconsejable navegar por páginas fiables, que no encontremos información que pueda generar dudas. En muchas ocasiones basta con echar un vistazo al contenido, a la estructura.
Sistemas desactualizados
Este es uno de los puntos más importantes cuando hablamos de seguridad. A veces surgen vulnerabilidades. Fallos que pueden ser aprovechados por ciberdelincuentes para desplegar amenazas. Son los propios fabricantes los que lanzan parches de seguridad y actualizaciones para incluir mejoras.
Es importante por tanto tener siempre las últimas versiones instaladas. Esto lo podemos aplicar al sistema operativo, los diferentes programas que tengamos instalados y al propio router. De esta manera podremos tanto mejorar la seguridad como también el rendimiento.
Descargar de sitios no oficiales
Son muchos los programas que podemos instalar en nuestros dispositivos. No importa si utilizamos un móvil, Tablet, ordenador… Existen muchas opciones para instalar aplicaciones. Pero lo que realmente importa es de dónde descarguemos el software.
Un error común consiste en bajar programas de páginas de terceros o de tiendas no oficiales. Y esto puede desencadenar en un problema serio. Lo ideal es instalar los programas de fuentes oficiales. Con esto nos referimos a entrar en la página web del propio desarrollador o acudir a tiendas oficiales como puede ser Google Play o Play Store. De esta manera nos aseguramos de que el software no ha sido modificado de manera maliciosa y evitamos introducir malware en el equipo.
Cómo evitar fraudes
No hay dudas de que Internet ofrece muchas posibilidades, pero también puede llegar a ser un espacio peligroso. Hay muchas amenazas, muchos tipos de ataques y no siempre podemos mantener la seguridad y privacidad. Por ello queremos ver algunas de las estafas más comunes para prevenirlas.
Suplantación de identidad
Uno de los fraudes más comunes y peligrosos en Internet es la suplantación de identidad. Es lo que se conoce también como ataques Phishing. Como sabemos el objetivo de los piratas informáticos en este caso es robar las credenciales y contraseñas de las víctimas.
Utilizan mensajes y enlaces que puedan parecer legítimos. De esta forma el usuario hace clic en ellos e introduce sus datos. El problema es que toda esa información va a parar a un servidor controlado por los piratas informáticos. Siempre hay que acceder a nuestras cuentas y servicios directamente desde los enlaces oficiales. Hay que evitar hacerlo desde links de terceros y tener cuidado a la hora de navegar por páginas que no sean de confianza.
Correos electrónicos fraudulentos
A través de los archivos adjuntos en correos electrónicos fraudulentos también pueden atacarnos. Es común recibir mensajes de Spam, algo que de primeras puede parecer inofensivo pero que podría acabar con nuestro sistema infectado.
Será vital saber identificar este tipo de correos electrónicos fraudulentos. Especialmente hay que tener cuidado cuando tengan archivos adjuntos. Un simple archivo de Word o una imagen puede contener malware que ponga en riesgo nuestra seguridad y privacidad.
Actualizaciones falsas
Cuando navegamos por la red podemos encontrarnos con mensajes que nos indican que debemos actualizar nuestro sistema. Son actualizaciones que en ocasiones son falsas y simplemente buscan que descarguemos un archivo malicioso o nos llevan a una página que pueda ser un verdadero riesgo para nuestra seguridad.
Siempre hay que actualizar desde fuentes oficiales y evitar acceder desde sitios de terceros. Solo así podremos proteger realmente nuestro equipo y acabar con las vulnerabilidades que pueda haber.
Bots en redes sociales
Las redes sociales son plataformas muy utilizadas. Algunas como Facebook o Twitter (ahora X) cuentan con millones de usuarios en todo el mundo. Ahora bien, no todo lo que hay en las redes sociales es seguro y legítimo. Podemos encontrarnos con bots que pueden recopilar información de los usuarios e incluso enviar links fraudulentos que pongan en riesgo nuestra seguridad.
Es muy importante que tengamos en cuenta todo esto y no pongamos en riesgo nuestros perfiles de redes sociales. Nunca hay que acceder a enlaces que recibamos de este tipo de perfiles o descargar archivos.
Ofertas fraudulentas
Algo similar puede ocurrir con las ofertas fraudulentas. Esto es algo que está muy presente en redes sociales y también en programas de mensajería instantánea como WhatsApp. Básicamente son anuncios que utilizan como cebo para ofrecernos un producto muy barato. El problema es que ese producto en realidad es una estafa y va a poner en riesgo nuestros equipos.
Complementos que en realidad es malware
También podemos toparnos con ciertos complementos y herramientas que pueden ser muy útiles en nuestro día a día. Por ejemplo, las extensiones para el navegador. Quizás incluso complementos para Windows o el sistema operativo que estemos utilizando. Herramientas que, en definitiva, ofrecen un valor añadido.
Ahora bien, una vez más podemos estar ante un intento de estafa. Un fraude que busca la manera de robar nuestras credenciales, infectar nuestros sistemas con malware y en definitiva atacar nuestra seguridad y privacidad. Es vital que siempre instalemos estos complementos desde fuentes oficiales. De esta forma podremos protegernos correctamente y evitar problemas que comprometan nuestra seguridad.
Supuesto equipo infectado
Otro fraude bastante presente es el de intentar hacer creer a la víctima que su equipo ha sido infectado. Esto es algo que puede aparecer al navegar por Internet. Puede estar presente tanto en dispositivos móviles como también en equipos de escritorio.
Lanzan mensajes de alerta para que el usuario piense que su equipo tiene un virus. Piden que descarguemos un programa para solucionarlo o accedamos a una página. Una vez más estamos ante una estafa que va a poner en riesgo nuestros sistemas. Hay que evitar hacer caso a estos mensajes.
Cómo saber si una web es segura
El malware, los ataques que podemos sufrir en la red, pueden llegar a través de métodos muy diversos. Sin embargo, es mediante una simple web maliciosa a la que accedamos como pueden infectarnos. Son los sitios web fraudulentos uno de los métodos más utilizados por los piratas informáticos.
Observar si es HTTP o HTTPS
Uno de los primeros pasos para detectar si una web puede ser peligrosa es ver si es HTTP o HTTPS. Como sabemos, eso nos dice si el sitio está correctamente cifrado o no. ¿Qué significa esto? Cuando vayamos a enviar datos o rellenar un formulario, en caso de no estar cifrado podrían quedar expuestos y suponer un peligro para nuestra privacidad.
Por tanto, siempre que vayamos a entrar en un sitio web hay que mirar bien si esa página está cifrada. Especialmente hay que evitar entrar en webs sin cifrar cuando navegamos desde redes inalámbricas públicas.
Nombre de dominio
Por supuesto el nombre del dominio es clave también. A veces podemos sufrir un ataque Phishing que consiste básicamente en que simulan ser un dominio legítimo que en realidad no lo es. Por ejemplo, pueden cambiar una letra o un dígito. Pueden intentar que creemos que estamos ante una web oficial de un banco o una red social, pero sin embargo es falsa y busca robar nuestros datos.
Es importante que miremos muy bien el nombre del dominio. Hay que asegurarse siempre de estar ante la página legítima. También es interesante evitar acceder a páginas desde sitios de terceros, ya que las URL podrían estar modificadas.
Mirar la apariencia del sitio
No hay que olvidarse de la apariencia de ese sitio. En muchas ocasiones podemos encontrarnos con una página inundada de publicidad, de ventanas emergentes, de links extraños por todas partes. También podemos ver que el texto, el contenido en general, realmente se adapte a lo que buscamos.
Es una manera más de comprobar si realmente un sitio web que estamos visitando puede ser una estafa o ser un peligro de alguna manera. Debemos, en definitiva, observar muy bien las páginas que visitamos.
Utilizar herramientas de análisis
No puede faltar en esta lista incluir herramientas de análisis. Existen antivirus y también páginas que son capaces de analizar la seguridad de las páginas web. Nos indican si hay algo extraño detrás de ese sitio, si puede contener virus, si, en definitiva, es una estafa.
Es importante que siempre contemos con herramientas de seguridad. Por suerte hay muchos antivirus y otros tipos de software que pueden ayudarnos a prevenir la entrada de amenazas y nos permiten navegar con más seguridad.
Ver la política de privacidad o el “quiénes somos”
Todas las páginas deben tener una sección de política de privacidad donde informan de quién es el responsable del sitio y los datos correspondientes. También pueden tener una sección de “quiénes somos”. De esta forma podremos ver si realmente ese sitio es fiable y toda la información referente al mismo.
Si un sitio es serio y legal debería de tener muy claro quién está detrás de la página y toda la información legal. Así nos aseguraremos de que no vamos a ser estafados de ninguna manera.
Buscar en Google en caso de dudas
Si con todo lo que hemos mencionado tenemos dudas de si un sitio es fiable o no, siempre podemos acudir a Google. De esta forma podremos saber la reputación de una página, posibles comentarios negativos que haya, etc. Hay muchos foros donde los usuarios comentan posibles peligros con determinadas páginas, riesgos que se esconden detrás de un dominio y similares.
En Google encontraremos muchas respuestas a todo esto. Podremos averiguar si una página realmente es de fiar o no. Lo mismo podemos aplicar con cualquier servicio o plataforma donde queremos registrarnos y dudamos de si podría comprometer nuestros datos de alguna manera.
Enlaces acortados
Es muy común que los piratas informáticos utilicen enlaces acortados para colar malware. Básicamente lo que hacen es enviar una URL maliciosa, de aspecto sospechoso, muy larga y extraña, pero la ocultan con alguna herramienta para acortar enlaces. De esta forma el usuario recibe un link de pocos caracteres y puede sospechar menos.
Por tanto, siempre que recibamos un enlace acortado debemos sospechar. Por suerte tenemos herramientas en Internet que nos permiten saber cuál es la dirección completa de un link acortado. Así, sin necesidad de abrirlo, sabremos cuál es la URL real y comprobar si podría tratarse de una amenaza.
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