Cómo saber cuál es mi IP de forma sencilla

La dirección IP identifica tu ordenador en una red. En el caso de Internet, es la dirección que hace única tu conexión del resto de usuarios. Gracias a tu IP, los servidores y el resto de servicios online saben a donde tienen que enviarte la información que tú pides. Y puedes necesitar saber cuál es tu IP por diferentes motivos, por lo que vamos a explicarte los pasos que debes seguir para ello.

Para ello, hemos preparado un recopilatorio con todo lo que debes saber sobre los tipos de direcciones IP, diferencias entre una IP pública y una privada, cómo ocultar tu IP, ventajas y mucho más.

Tipos de direcciones IP

Podemos decir que hay dos tipos de direcciones IP: públicas y privadas. Cada una de ellas tiene una función. Ambas las podemos conocer y puede que en determinadas ocasiones esa información sea útil para configurar dispositivos o comprobar posibles errores que pueda haber en nuestra conexión.

Para entenderlo fácil, la dirección IP pública es la que nos identifica en Internet, de forma general. La dirección IP privada, por su parte, nos identifica dentro de una red local. Imagina dos ordenadores en una misma oficina. Cada uno de ellos cuenta con una dirección IP privada diferente, pero ambos comparten dirección IP pública. Están conectados a la misma red local pero son aparatos diferentes. ¿Qué ocurre? Entre ellos puede existir una conexión sin necesidad de acceso a Internet, de forma local, y esa IP privada identifica a todos los dispositivos conectados a la red. Algo especialmente útil en oficinas o en empresas pero también puede ser interesante en redes domésticas con varios equipos conectados. Lo mismo ocurriría en tu casa, entonces. Cada aparato conectado a tu router tiene una dirección IP privada asignada. La impresora, la tele, el teléfono móvil, tu ordenador, el ordenador de tu pareja, el ordenador de tu hija o la tablet de tu hijo. Todos ellos tienen una identificación única dentro de la red local, una IP privada que es su forma de identificarse “dentro” de la casa. Pero, a su vez, comparten la IP pública y es como nuestra red (el conjunto de todos los aparatos) se muestra en Internet.

IP pública

Por un lado, tenemos la dirección IP pública. Podemos decir que es un identificador con el que nuestra red se muestra al exterior. Es la dirección del router de cara a los servidores de fuera a los que nos conectamos. Esta dirección IP es la que pueden conocer desde fuera cuando navegamos por la red. Todos los dispositivos que utilicemos en nuestro hogar, ya sea un móvil conectado por Wi-Fi, un ordenador, una televisión… van a tener una misma dirección IP pública hacia el exterior.

Peligros

Una IP pública permite que cualquiera se conecte a tu equipo, y eso es un problema. Principalmente, porque, si un cibercriminal conoce alguna vulnerabilidad en tu sistema, podría acceder a tus archivos personales y robarte información. Además, se puede cambiar la configuración de tu acceso a Internet, obligando a tu router a que acceda a sitios web phishing para robarte las credenciales.

Incluso pueden hacerte un ataque DDoS para que no puedas conectarte a Internet, un acto muy habitual en jugadores profesionales ya que al contar con una peor conexión es más fácil que pierdan. Hay formas de protegerte, aunque lo mejor es no utilizar una IP pública cuando no sea necesario. Y, sobre todo, no des tus credenciales a nadie. Evidentemente, con una IP privada esto no sucede, por lo que es mucho más segura. Pero claro, hay situaciones en las que la única opción es dar tu IP pública para, por ejemplo, navegar por Internet. Aun así, evita dar tus credenciales si no es estrictamente necesario.

Cómo ocultar

Evidentemente, una IP pública no puede pasar a privada, ya que sencillamente te quedarías sin conexión a Internet. Aunque sí que puedes ocultar la IP pública cuando navegas a través de una VPN. Hablamos de una herramienta que te crea una red privada virtual haciendo que la IP pública asignada por tu IPS quede oculta al mostrar la IP asignada a la VPN. Con ello, si una página web quiere rastrear tu dirección, no podrá hacerlo.

Utilizar una VPN para ocultar la dirección IP es una práctica que se aconseja para mantener tu privacidad y seguridad cuando navegas por Internet. Como ya sabes, la dirección IP es la firma digital de tu dispositivo en la red y revela información sobre tu ubicación y proveedor de Internet.

Sabiendo esto, una VPN es como un túnel cifrado entre tu dispositivo y el servidor de la VPN. Cuando te conectas a una VPN, tu tráfico de Internet se redirige a través de este túnel seguro y tu dirección IP real se reemplaza por la del servidor VPN. Es como enviar tu tráfico a través de un intermediario, ocultando tu verdadera identidad.

Esto tiene varias ventajas como, el anonimato al navegar. Las webs que visitas ven la dirección IP de la VPN en lugar de la tuya, lo que dificulta que puedan rastrear tu ubicación o identidad. Además, añade una capa de seguridad, ya que el tráfico está cifrado, lo que complica que aquellos que quieran acceder a tus datos, no puedan y les resulte imposible su comprensión.

Ten en cuenta que usar esta herramienta puede comprometer tu privacidad si utilizas una VPN que no sea de confianza. Asegúrate de elegir una VPN confiable y segura para no poner en riesgo tus datos y tu anonimato en la red.

IP Privada

El segundo tipo es la dirección IP privada. En este caso estamos ante un identificador de cada dispositivo. Una especie de «matrícula» con la que cada aparato se identifica con el router. Cada uno de los equipos que tengamos conectados en la red van a tener una dirección privada diferente, ya que de lo contrario se generarían conflictos.

Hay que saber que las IP privadas cuentan con diferentes rangos en función del tipo de red utilizada:

  • Red privada con rango clase A: es la utilizada en las grandes empresas ya que permite crear hasta 126 redes para que se conecten hasta un máximo de 16.777.214 equipos. Este rango se encuentra entre los números 10.0.0.0 a 10.255.255.255.
  • Red privada con rango clase B: en este caso estamos ante redes de tamaño medio. Permiten crear muchas más redes respecto al rango A (16.384 redes) pero tienen una limitación máxima de 65.534 dispositivos conectados. En este caso el rango 172.16.0.0 a 172.31.255.255.
  • Red privada con rango clase C: este último rango es el más utilizado ya que es el que se usa en redes domésticas. Permite crear 2.097.152 pero con una limitación de 254 equipos conectados a la vez. El rango C va desde 192.168.0.0 a 192.168.255.255

Si en algún momento nos encontramos con alguna dirección que no se encuentre dentro de estos rangos, estaremos ante una IP no direccionable. Ya que no son direcciones exclusivas. Si tenemos una red privada sea en casa o en un negocio, podemos utilizar cualquiera de las direcciones que se encuentren en esos rangos. Todo esto sin necesitar ningún tipo de coordinación con la IANA, o con algún otro registro de Internet. En todo caso, todas las direcciones que mencionamos son exclusivas dentro de las redes privadas que instalamos.

IPv4 vs IPv6

Además de clasificarse según el tipo de dirección y el uso que la vayamos a dar, también podemos clasificar la dirección IP en función de la numeración que la forme.

La IPv4 (versión 4) fue lanzada originalmente en 1983, y a día de hoy aún se sigue utilizando en prácticamente todos los servidores y páginas web. Este tipo de direcciones de red utilizan una dirección de 32 bits, lo cual proporciona un total de 4300 millones de direcciones diferentes. Eso sí, no todas están disponibles para todo el mundo, ya que algunas están reservadas para determinados usos especiales.

Las direcciones IPv4 están formadas por 4 bloques de 8 bits. Por ejemplo, la típica 192.168.1.1 para entrar en la configuración del router es una IP de este tipo. Y también las IPs de los DNS (8.8.8.8, 1.1.1.1), y la IP de cualquier web que busquemos, como Google: 142.250.200.131.

El problema de las direcciones IPv4 es que, mientras que en 1983 era casi imposible alcanzar el límite, hoy en día nos estamos quedando sin direcciones debido a la gran cantidad de personas, y de servidores, que hay conectados a la red. Y la cosa no va a ir a peor, ya que cada vez se necesitan más direcciones IP y, literalmente, no quedan. Es por ello por lo que se tuvo que crear un sucesor.

Por otro lado, tenemos el IPv6 (versión 6). Esta es una versión mucho más moderna del protocolo y busca solucionar el problema del que acabamos de hablar. Para ello, estas direcciones estrán formadas por 128 bits, e incluso tento números como letras, lo que permite tener miles de miles de millones de direcciones IP diferentes. Se calcula que se podría dar una IP única a cada dispositivo que hay conectado a la red, incluso al Internet de las Cosas, y aún habría direcciones disponibles para usar.

Además de tener más direcciones, el IPv6 ofrece otras ventajas, como:

  • QoS incorporado en el propio protocolo.
  • Capa de seguridad IPsec.
  • Elimina la Traducción de Direcciones de Red (NAT) y permite conexiones directas de tipo NAT1.
  • Soporte nativo para multidifusión.
  • Tiene cabeceras de paquete más grandes, por lo que se puede incluir más información.

Salvo que seamos desarrolladores, ni la IPv4 ni la IPv6 es necesario memorizarlas, ya que siempre estarán los servidores DNS para ayudarnos.

Cálculo de direcciones IP

El cálculo de las direcciones IP es un aspecto fundamental en la configuración y gestión de redes informáticas. Una dirección es un número único que se asigna a cada dispositivo conectado a una red IP. Este número identifica de manera única cada dispositivo en la red y permite que se comuniquen entre sí. Las direcciones se dividen en dos partes: la dirección de red y la dirección de host. La dirección de red identifica la red en la que se encuentra el dispositivo, mientras que la dirección de host identifica el dispositivo en sí. En otras palabras, la dirección de red es como la dirección de la calle de una casa, mientras que la dirección de host es como el número de la casa en esa calle.

Todo este cálculo, implica la manipulación de bits. Las direcciones IP se representan típicamente en formato decimal, como 192.168.0.1, pero en realidad se almacenan en el hardware de red como una secuencia de bits binarios. Cada dirección IP se compone de 32 bits, que se dividen en cuatro octetos de 8 bits cada uno. También se utiliza para determinar la dirección de red y la dirección de host de una dirección IP determinada. Para hacer esto, se utilizan máscaras de subred, que indican qué parte de la dirección IP es la dirección de red y qué parte es la dirección de host.

Por ejemplo, si una dirección IP tiene una máscara de subred de 255.255.255.0, los primeros tres octetos representarán la dirección de red y el último octeto será la dirección de host. Esto significa que hay 256 direcciones de host posibles en esa red (0 a 255), lo que limita el número máximo de dispositivos que se pueden conectar a esa red.

El cálculo de las direcciones IP también implica la identificación de direcciones IP disponibles y reservadas. Algunas direcciones IP están reservadas para fines especiales, como la dirección 127.0.0.1, que se utiliza para hacer referencia a la propia máquina. Otras direcciones IP están reservadas para su uso en redes privadas, como las que se utilizan en hogares y pequeñas empresas.

Falsificar IP

Hoy en día, prácticamente cualquier dato que identifique a un ordenador, se puede falsificar. En el caso de las IP, son las direcciones únicas de los dispositivos que se conectan a internet. Y se utilizan para enviar y recibir la información. ¿Se puede? ¿Es legal?

¿Es posible falsificar una dirección IP?

Lo cierto, es que la falsificación de las direcciones IP es una práctica más común de lo que debería. Estas tienen el objetivo de engañar a los sistemas de seguridad, y ocultar de este modo la verdadera ubicación de los dispositivos que realizan los ataques a través de internet.

Para llevar a cabo estas falsificaciones, se pueden utilizar diferentes prácticas. Algunas de las más comunes son:

  • Usar proxys: Los proxys son servidores que hacen de intermediarios entre los dispositivos y las páginas web a las que se acceden. Esto puede realizar un enmascaramiento de las direcciones IP de los dispositivos, haciendo que estos parezcan que provienen de otras ubicaciones.
  • Utilizar redes VPN: Este es un método muy común, y es que estas redes están hechas para generar más privacidad en los usuarios. Son capaces de extenderse por todo internet, y permiten accesos remotos a redes locales. En todo caso, pueden enmascaras direcciones IP, de una forma muy parecida al proxy.
  • Spoofing: Es una práctica que falsifica las direcciones IP de los paquetes de datos que se envían por internet. Para lograr esto, se utiliza software especializado que modifica las direcciones IP, cambiando así el origen de los paquetes de datos.
  • Utilizar la red Tor: Esta es una gran red de comunicaciones que es muy utilizada para proteger la privacidad de los usuarios. Dándole uso, las direcciones IP de los dispositivos de ocultan tras varias capas de servidores que hacen de intermediarios.

Por lo cual, hoy en día es bastante complicado escaparse de este tipo de cosas. En todo caso, si el uso que le damos a internet es genérico, y no accedemos a lugares problemáticos, no vamos a tener mayores problemas.

¿Es legal falsificar una IP?

En estos casos, es normal pensar sobre si la acción que se realiza es legal o no. Y lo cierto es que puede tener variaciones dependiendo de la jurisdicción y el contexto por el cual se lleve a cabo. Es por ello que debemos tener en cuenta algunas consideraciones, antes de que cometamos alguna ilegalidad que pueda costar caro.

  • Intenciones maliciosas: Por lo general falsificar direcciones IP está asociado a actividades malintencionadas, como pueden ser los ataques de denegación de servicio, evasión de detención o suplantaciones de identidad. En estos casos, sí estamos ante algo ilegal, ya que tiene propósitos de daño, engaño o ganancia ilícita. Por lo cual es más que probable que sea ilegal en la gran mayoría de países.
  • Leyes y Reglamentos: En muchos países encontramos leyes y regulaciones que hablan de estas intenciones de forma muy específica. Y en muchas de ellas las acciones involucran a las direcciones IP, hablando de formas de spoofing con intenciones maliciosas que se consideran delitos.
  • Jurisdicciones: Siempre es fundamental tener consideración de que las leyes varían de unos países a otros. Mientras que en algunos el spoofing es claramente ilegal, en otros puede existir alguna especie de vacío legal o directamente no estar abordado como tal.
  • Uso legítimo: Hay muchos escenarios donde la falsificación de una dirección IP puede tener propósitos legítimos. Uno de ellos es el sector educativo, donde se realizan simulaciones controladas, o para cuestiones de investigación. En todo caso siempre son casos controlados, donde no se puede hacer daño alguno.
  • Consecuencias: Participar en este tipo de actividades relacionadas con la falsificación de direcciones IP, tiene consecuencias graves. Dependiendo del país pueden ser desde multas, incautaciones de equipos, o incluso penas de cárcel.

Por lo cual son actividades que deben estar totalmente controladas, y siempre con todos los permisos necesarios para ello. De lo contrario, como puedes ver, las consecuencias pueden ser bastante graves.

¿Para qué necesito saber mi IP?

Conocer cuál es la dirección IP que tenemos puede ser muy útil en determinadas ocasiones. Para utilizar determinados servicios, llevar a cabo alguna configuración en el router, por ejemplo, necesitamos conocer esta información. Vamos a mostrar cuáles son los casos más comunes en los que vamos a necesitar saber cuál es la IP.

Un ejemplo de por qué necesitamos saber cuál es la dirección IP es para poder montar un sistema de seguridad en casa. Si queremos acceder de forma remota a las cámaras vamos a necesitar configurarlo correctamente y para ello debemos tener en cuenta que necesitamos saber este dato.

Otra utilidad de conocer cuál es la dirección IP es saber si nuestra red ha formado parte como nodo de TOR. Para ello podemos utilizar la herramienta ExoneraTor, donde nos pedirán la IP para comprobarlo.

¿Qué dirección IP necesito para ser el host en un videojuego?

Para crear una partida y que tus amigos puedan acceder a máquina necesitas proporcionar la IP pública que aparece en esta sección. Dependiendo de tu operador y del tipo de conexión puede ser fija o estática. En caso de que tengas un servidor FTP también tienes que proporcionar esta dirección. Una vez que tienes tu IP, deberás comprobar que además tienes abierto el puerto que corresponda a tu juego o aplicación en red. Usa nuestro test de puertos para esta tarea.

¿Qué IP necesito para abrir el puerto en un router?

En este caso tienes que utilizar la IP privada de tu ordenador. Es recomendable que lo compruebes. Si deseas información más precisa sobre geolocalización puedes utilizar nuestra herramienta Cuál es Mi IP. Es importante abrir determinados puertos en el router cuando vamos a utilizar una herramienta en concreto o por ejemplo para jugar por Internet. De esta forma la conexión funciona mejor y no tendremos problemas tan típicos en este tipo de servicios.

Cambiar la dirección IP

Puede que te preguntes si la dirección IP se puede cambiar. Depende. Vemos qué opciones hay según el tipo, etc.

¿Cómo puedo cambiar la dirección IP?

En estos casos tendremos que diferenciar entre los dos tipos de IP que hemos mencionado previamente. El proceso es diferente entre la pública o la privada. En el caso de la IP pública consiste en cerrar todo tipo de conexión con internet que tengamos en nuestro equipo, y apagar el router. Pero en este caso tendremos que dejarlo apagado por unos minutos, lo que le viene bien a todos los dispositivos de vez en cuando. Una vez lo iniciamos de nuevo, es posible que se nos asignara otra dirección IP pública por parte del ISP. Pero lo cierto, es que no es algo totalmente seguro. Hay varios motivos por los cuales puede no cambiar, pero si quieres ocultarla puedes recurrir a una VPN para enmascararla.

En el caso de la IP privada el proceso es otro. En la gran mayoría de los casos, los routers asignan la dirección IP a cada dispositivo en orden de conexión. Si queremos tan solo tendremos que acudir al CMD de Windows e introducir dos comandos. Primero escribiremos un ipconfig para ver cuál es la dirección actual. Luego enviaremos un ipconfig/release, lo cual dejará la dirección IP libre. En segundo lugar, escribiremos ipconfig/renew. Esto último se encarga de contactar con la puerta de enlace y solicitar una dirección nueva, según el protocolo DHCP. Para ver si esto es efectivo, bastará con escribir el comando ipconfig para ver si esta ha cambiado.

¿Qué supone cambiar la dirección IP?

Cambiar las direcciones IP públicas, significa asignar una nueva dirección IP a los dispositivos conectados a internet. Esto puede llegar a ser necesario por muchas razones. Algunas de las más conocidas pueden ser:

  • Protección y privacidad: La dirección IP pública nos identifica en internet, y es por esto que se puede llegar a utilizar para realizar rastreos de actividad de los usuarios. Cambiar esta dirección IP pública, puede ayudarnos a ocultar de nuevo nuestra identidad, y mejorar así la privacidad en nuestra línea.
  • Resolución de problemas de conexión: Las direcciones IP públicas actuales se puede bloquear por muchos motivos diferentes, o banear. Esto hace que sea muy complicado navegar por algunos sitios, o incluso hacerlo directamente imposible. Realizando un cambio de IP pública, estos problemas desaparecen, pero solo cuando los bloqueos están asociados a esa dirección IP. Si no es así, no sucederá nada.
  • Acceso a contenido restringido: Muchos sitios web cuentan con restricciones de contenido, y muchos servicios restringen su acceso según las direcciones IP. Por lo general es algo más a nivel geográfico, pero podría llegar a ocurrir en niveles más pequeño. Según la teoría. Realizar estos cambios de dirección IP pública, nos ayudará a poder acceder a estos contenidos y servicios. Pero esto es algo que no será posible si las restricciones son por país. En ese caso, no servirá de nada.

Cambiar la dirección IP de un dispositivo no necesariamente mejora su rendimiento de manera directa. El rendimiento de un dispositivo está determinado por diversos factores, como la capacidad de procesamiento, la velocidad de conexión, la calidad de la red y la eficiencia de las aplicaciones y servicios utilizados. La dirección IP en sí misma no tiene un impacto significativo en estos aspectos.

La dirección IP es una etiqueta numérica asignada a un dispositivo dentro de una red para permitir su identificación y comunicación con otros dispositivos. Es esencialmente la «dirección» del dispositivo en la red. Cambiar la dirección IP puede ser útil en ciertos escenarios, como solucionar conflictos de direcciones o acceder a recursos restringidos por ubicación geográfica. Sin embargo, en términos de rendimiento, la dirección IP en sí misma no tiene un impacto directo.

El rendimiento de un dispositivo y su conexión a la red dependen de otros factores. Por ejemplo, la velocidad de conexión a Internet proporcionada por el proveedor de servicios de Internet (ISP) es un factor clave. Si la velocidad de conexión es lenta, cambiar la dirección IP no mejorará la velocidad de carga o descarga de datos.

direccion ip

Además, el rendimiento también puede verse afectado por el hardware del dispositivo, como el procesador, la memoria y la tarjeta de red. Si el hardware subyacente no es lo suficientemente potente, cambiar la dirección IP no mejorará su capacidad para manejar grandes volúmenes de datos o ejecutar aplicaciones y servicios de manera eficiente.

Otro factor importante es la calidad de la red local. Si hay congestión en la red o problemas de enrutamiento, cambiar la dirección IP no resolverá estos problemas. En cambio, es necesario abordarlos directamente, como optimizar la configuración del enrutador, solucionar problemas de interferencia o mejorar la infraestructura de red. Lo cual nos traerá otros beneficios.

Listas negras de direcciones IP

En Internet nos podemos encontrar con estas listas, que son unos contenedores de direcciones IP conocidas por estar involucradas en actividades maliciosas por todo Internet. Entre otras cosas, el envío de spam, la distribución de malware, o la realización de ataques de denegación de servicio. Estas utilizan herramientas de seguridad como pueden ser los firewall o sistemas de filtrado de correo, para poder establecer bloqueos al tráfico que proviene de estas direcciones IP. De este modo, se reduce de forma considerable el riesgo de recibir correos no deseados, o de sufrir ataques en Internet.

Existen muchas organizaciones que se encargan de mantener estos listados, como puede ser Spamhaus o SURBL. Estas se actualizan de forma constante, donde se añaden nuevas direcciones a medida que se detectan nuevas direcciones IP que están realizando algún tipo de actividad maliciosa. Pero esto no es algo exclusivo de grandes empresas, sino que los usuarios también pueden crear sus propias listas negras de direcciones IP. Pero en estos casos, es muy importante asegurarse de que las mantenemos también actualizadas y son lo suficientemente precisas para que bloqueen el tráfico que provenga de estas IPs.

Por lo general, son herramientas muy eficaces para ayudar a mantener la seguridad en Internet. Pero esto no quiere decir que sean perfectas, sino que incluso pueden llegar a crear bloqueos a tráfico legítimos. Pero esto suele ocurrir por culpa de algún tipo de error en el proceso. Por lo cual es importante combinarlas con otras herramientas de seguridad, y aun así tener en cuenta que cabe la posibilidad de que se produzcan falsos positivos. Por lo cual, este es uno de los motivos por los cuales debemos conocer nuestra dirección IP. Poder ver si se encuentra en alguna lista negra, puede darnos información sobre cómo se comporta el tráfico de nuestra red. O encontrar algún tipo de problema que se está causando en la conexión. Lo malo de todo esto, es que conseguir sacar una IP de estas listas, puede ser un proceso largo y tedioso.

Como has visto, cambiar esta dirección es algo relativamente sencillo, y se puede realizar sin problema alguno. En cambio, debemos saber que la protección total en internet, no existe. Por lo cual siempre tendremos ese factor de vulnerabilidad, como todos los sistemas que hay en el mundo. También en algunos casos, puede suponer algo de pérdida en cuanto al rendimiento de la red y sus capacidades. Pero no es lo habitual.

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